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Las universidades hablan ya de reformar la reforma de los planes de estudios

El Condejo de Universidades evaluará la aplicación de los nuevos currículos

Sólo 40 de los 1.355 alumnos que empezaron a estudiar Derecho en la Universidad de Barcelona en el curso 1992-93 con el nuevo plan de estudios, de cuatro años de duración, han conseguido llegar con todas las asignaturas aprobadas al cuarto curso de la carrera. Este duro dato, publicado en estas mismas páginas el pasado martes, ha intensificado las críticas generalizadas a la implantación de los nuevos planes de estudios universitarios.Es, en todo caso, un dato aislado. La maquinaria de la estadística universitaria funciona con extrema lentitud y la posibilidad de conocer con cierto detalle cómo se está desarrollando la implantación de los nuevos planes resulta, a estas alturas, un objetivo poco menos que imposible. Los primeros currículos nuevos fueron homologados oficialmente en el año 1991, y ni el propio Consejo de Universidades (CU) sabe a ciencia cierta a partir de qué año académico en concreto comienza cada universidad a implantar un nuevo plan.

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El secretario general del CU, Francisco Michavila, ha propuesto a las universidades un procedimiento de evaluación de la puesta en marcha de los nuevos planes. Se espera que la recogida de los primeros datos pueda hacerse a mediados del próximo mes de enero. Michavila está convencido de que se está hablando de los nuevos planes más a partir de impresiones personales que de análisis serios de resultados: "Creo que no se puede generalizar", dice, "hay universidades más satisfechas que otras: son las que se plantearon la reforma de sus titulaciones con mucha antelación, analizando con detalle lo que sobraba y lo que podía faltar en los planes antiguos y planteándose seriamente cambios metodológicos". "Por el, contrario", añade, "otras tal vez han diseñado los nuevos currículos limitándose a ajustar los horarios de sus profesores".

Raúl Villar, rector de la Universidad Autónoma de Madrid coincide con Michavila en que no se debe generalizar, pero piensa que "quizás no se ha hecho la reforma todo lo bien que podía haberse hecho". Se refiere tanto al comienzo, cuando las diversas comisiones del Consejo de Universidades, fijaron las reglas del juego al establecer las directrices, para cada título, como al final, cuando entraron en el diseño concreto de cada plan los departamentos universitarios.

Efectos del coste cero

Villar dice que comparte la opinión de los estudiantes cuando se quejan de que, obligados a cubrir horas y horas lectivas, no disponen de tiempo para el estudio personal, la reflexión, el análisis, la investigación y el ocio. "Hay algo que nadie puede negar", añade: "uno de los principales objetivos explícitos de la reforma era el de proporcionar a los estudiantes una formación mucho más práctica, y eso no se está cumpliendo porque se nos exigió hacer unos currículos con un coste cero. Todo el mundo sabe que la enseñanza práctica es más cara que la enseñanza teórica, especialmente en determinadas áreas científicas".

El factor coste cero" está en boca de la mayor parte de los rectores a la hora de explicar los aspectos negativos de la reforma. A este aspecto alude también el nuevo rector de la Universidad Complutense, Rafael Puyol, quien tiene una visión muy negativa del proceso y manifiesta que está "muy preocupado por las al tas tasas de fracaso que están provocando los nuevos planes" Aunque reconoce que efectiva mente la responsabilidad del di seño final corresponde a los de partamentos, señala que tal diseño, fue predeterminado por las comisiones del Consejo de Universidades.

A juicio de Matías López, rector de la Universidad de la Laguna, "si la reforma de los planes de estudio consiste en empaquetar los con tenidos que se desarrollan en cinco anos y meterlos en cuatro, la medida va a tener consecuencias negativas a la larga", informa César Fernández Trujillo.

Matías López opina que, en general, la reforma se ha hecho como un mero trasvase de contenidos, por lo que no está muy convencido de que dé resultados positivos. En La Laguna se está empezando a implantar el nuevo sistema y ya hay algunas facultades que se están replanteando volver al esquema de cinco años.

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