Sin sorpresa alguna
Tiene todo lo que le gusta al espectador estadounidense de nuestros días: es una comedia de modales suaves, llena de buenos sentimientos. Muestra un esquema previsible aunque comercialmente efectivo: chico tiene chica; chico mete la pata y pierde, chica (embarazada); chico recupera chica, y todos felices. Está además interepretada por un actor, Hugh Grant, que arrastra tras de sí una fama extracinemabográfica tan considerable como mojigatamente aireada.Nueve meses no promete pues sorpresa alguna. Se va a verla casi por el ritual antropológico de ver confirmadas nuestras sospechas o porque se es frecuentador de tal o cual actor, Grant aquí. Pero lo que sorprende en el filme, y no poco, es la escasa aptitud de Chris Columbus a la hora de ensamblar las piezas que componen el filme.
Nueve meses
Dirección: ChrisColumbus. Guión: C. Columbus, basado en la película Neuf mois de Patrick Brouade. Fotografía: Donald McAlpine. Música: Hans. Zimmer. Producción: Columbus / Mark Radcliffe / A. A. A., EE UU, 1995. Intérpretes: Hugh Grant, Julianne Moore, Tom Arnold, Joan Cusak, Robin Williams, Jeff Goldblum. Estreno en Madrid: Minicines, Gran Vía, Vaguada, Palafox, Ciudad Lineal, Liceo Palacio de la Música, Cid Campeador, Acteon, Juan de Austria, Cartago, Aluche, Albufera, Colombia e Ideal, (V. O.).
Así, lo que discurre ante nuestros ojos tiene, en su primera mitad, el aire apacible de una comedia familiar de chica que vive bien pero que quiere ser madre, y los problemas que ha de afrontar porque su chico no está por la labor. Esta apacibilidad es, en ocagiones, violentamente puesta a prueba por la irrupción de una familia en la vida de esta pareja de chicos monos...Pero en el tercio final la película se mete resueltamente en los terrenos del sin sentido, con un médico ruso que no entiende el inglés (y con el cual el bueno de Robin Williams regala uno de sus shows poco aptos para no iniciados) y un parto que parece una pesadilla imaginada por Mariano Ozores, y que es la mejor confirmación de que ni el propio Columbus termina de creerse las bondades del guión que, él mismo ha escrito.
Debilidad de los actores
Con todo, el filme reserva alguna desagradable sorpresa extra, además de su desembozado, descarado canto a la procreación al tuntún. Y no es otra que la debilidad alarmante de sus actores, o lo que es lo mismo, la incapacidad de Columbus para hacerles rendir de acuerdo con sus posibilidades. Que Julianne Moore, la espléndida protagonista de Vania en la calle 42 o de la todavía no estrenada Safe, sea aquí una blanducha aspirante a mamá es triste. Pero ver cómo Grant compone (es un decir) su personaje, todo él tics, muecas y balbuceos, es un espectáculo insoportable. O al menos lo es para quien, como este servidor, no se siente particularmente seducido por su dentadura, su sonrisa y todas esas cosas que de nuestro hombre se suelen resaltar en las gacetillas publicitarias.
Babelia
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