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El teólogo español Manuel Santos descubre la Biblia de Lutero

Manuel Santos Noya, de 51 años, un teólogo español doctorado en la Universidad alemana de Tubinga, ha realizado un descubrimiento calificado de sensacional: la edición en latín de la Biblia que sirvió a Lutero para traducir el Nuevo Testamento al alemán, y que el fundador de la Iglesia evangélica utilizó de forma personal y llenó de anotaciones llenas de interés.

Nació Santos en una aldea de La Coruña y vino a Alemania como seminarista, con la intención de convertirse en capellán de los emigrantes españoles. Santo s no se ordenó sacerdote, pero estudió Teología católica en Tubinga.Este teólogo católico acaba de producir una curiosa paradoja al encontrar en la Biblioteca de Wuttemberg, en Stuttgart, la Biblia que utilizaba Martín Lutero. Lo de la paradoja, explica Santos a EL PAÍS, se debe a que él se considera un entusiasta del camino de Santiago un culto que Lutero combatió con especial empeño en más de trescientas citas. Ahora, comenta, con ironía, "Santiago y Lutero probablemente se hayan encontrado y reconciliado". Trabaja en un proyecto consistente en catalogar 14.000 biblias almacenadas en la Biblioteca de Wurtemberg, en Stuttgart. Este volumen de biblias hace que la biblioteca sea la tercera del mundo por el número de ejemplares que reúne. Comenta el teólogo gallego que la Biblia de Lutero es una edición poco llamativa, con una encuadernación fea y quizá por ese motivo pasó inadvertida durante tanto tiempo.

La Biblia hallada en Stuttgart, que los expertos consideran casi con seguridad absoluta como perteneciente a Lutero, procede de un lote que compró el duque de Wurtemberg Carlos Eugenio, el 20 de febrero de 1784, procedente de un pastor protestante, Josias Lorck, que residía en Copenhague. Sobre este ejemplar de la Biblia vulgata, versión latina declarada auténtica por la Iglesia católica, trabajó Lutero entre 1521 y 1523 para traducirla al alemán, cuando tenía puesto precio a su cabeza y encontró refugio bajo el duque de Sajonia en la fortaleza de Wartburg.

Por añadidura, está llena de anotaciones con observaciones, entre otros temas, sobre el celibato, como "¿no tenemos nosotros el derecho como los otros apóstoles a tomar una hermana por esposa?". En otras se advierte que Lutero no desdeñaba su título académico, porque van acompañadas de las iniciales DML, que significan doctor Martín Lutero.

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