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Sin dueño, pero reluciente

La estatua de Franco volvió a ser limpiada para la ocasión, a pesar de que no es de nadie

La única estatua de Francisco Franco que le recuerda en las calles de Madrid sigue sin tener dueño conocido. Ni el Ayuntamiento de Madrid ni el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA) recogen en sus inventarios el monumento al dictador. Pero el hecho de que se desconozca su dueño no implica que no tenga quien la limpie. La empresa que asea el distrito de Chamberí los fines de semana, Cespa, eliminó el sábado pasado la pintura que afeaba al general y a su caballo. El domingo volvieron a fregarlos: esta, vez hubo que eliminar huevos.

Ningún responsable municipal reconoce haber ordenado la limpieza de la estatua de Franco. El concejal de Limpieza, Luis Molina, asegura que no, dio ninguna indicación para que se limpiase la estatua. Un portavoz de la empresa, que adecentó el monumento asegura que lo arreglaron de oficio, sin que nadie lo mandase, y porque les habían comunicado que habría una concentración. en la plaza de San Juan de la Cruz.

"Siempre nos avisan de los actos que se van a celebrar, por ejemplo, partidos de fútbol, para que vayamos a limpiar", explica el portavoz de Cespa, que prefiere mantener el anonimato. Esta empresa se ocupa de la, limpieza de ese distrito, desde enero pasado, así, que es la primera vez que limpia la estatua. Entre sus obligaciones figura la eliminación de pintadas.

Desde el Ministerio de Obras Públicas se explica que la estatua se abré en 1956 para ser instalada en el Arco de la Victoria (Moncloa). El escultor elegido fue José Cápuz. Por expreso deseo del propio Franco, finalmente no se colocó en ese emplazamiento. El ministro de la Vivienda José, Luis Arrese decidió en 1959 situar en un patio interior de su ministerio el homenaje al dictador, hasta que unos años después (se desconoce la fecha exacta) se trasladó a la plaza de San Juan de la Cruz.

Un portavoz del ministerio sostiene que fue un alcalde de Madrid, arquitecto de profesión, quien ordenó el traslado del monumento. Ese alcalde arquitecto fue, posiblemente, Miguel Ángel García Lomas, quien gobernó Madrid desde 1973 hasta 1976, y del que destacó su extraordinaria afición a los puros habanos y su adhesión inquebrantable al régimen. Durante su gestión se inauguraron los servicios nocturnos de autobús: los búhos.

"La estatua nunca ha sido del ministerio y, a efectos de usufructo y de mantenimiento, pertenece al patrimonio municipal, a juicio de los expertos del ministerio", afirma.

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Pero el jefe del departamento municipal de Conservación de monumentos, Martín Artola asegura que el Ayuntamiento no tiene ninguna obligación ni tampoco responsabilidad respecto a la estatua del general, puesto que no pertenece al patrimonio de la, ciudad. "Unicamente debemos actuar en ejecución sustitutoria si hay un peligro para los viandantes", explica

En el inventario de bienes municipales figuran monumentos como. Cibeles, con su valoración: 100 millones en el caso de la diosa en carruaje felino. Pero de la imagen ecuestre de Franco nadie parece querer hacerse cargo.

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