El primer atlas histórico de la ciudad reúne planos de un milenio de Madrid
Las páginas del primer atlas histórico de la ciudad ya han salido de la imprenta. Más de cuatro, años ha tardado la Universidad Autónoma en rastrear y reconstruir las distintas formas que a lo largo de un milenio ha tenido Madrid. Se trata de una colección de mapas y textos que permite hacer un recorrido visual por el pasado de la villa y corte desde el siglo IX hasta mediados del siglo XIX.
La obra, titulada Madrid, atlas histórico de la ciudad, constará de dos volúmenes. El primero de los tomos, de 430 páginas, incluye 159 planos, 150 láminas de reproducción de documentos, grabados y pinturas, 113 gráficos y 43 fotografías. Arranca allá por el año 900, cuando se tiene constancia histórica de la existencia de la ciudad, que apenas ocupaba unas siete hectáreas, como asentamiento islámico. Y cierra sus páginas en el instante, sobre 1850, en que explota el crecimiento urbanístico y la ciudad cuenta ya con 250.000 habitantes y una superficie de 800 hectáreas.El segundo volumen, que estudiará la ciudad desde 1850 hasta 1990, ya está en marcha. En este proyecto continúan trabajando un equipo de 30 historiadores, geógrafos y arquitectos becados en la Universidad Autónoma. En palabras del coordinador del proyecto, Virgilio Pinto, "ésta es la obra que Madrid se merece". El presupuesto, que cuenta con financiación pública y privada, es de 35 millones de pesetas.
Sobre el proceso de elaboración, Virgilio Pinto asegura que se han aplicado las nuevas tecnologías informáticas al estudio del patrimonio histórico de la ciudad.
Atrás quedan cientos de horas de estudiar los milenarios latidos del pasado de Madrid. "Una ciudad que encierra en todas las esquinas historias interesantes, pero que la mayoría de los madrileños desconocen", explica Pinto.
El atlas consta de cuatro capítulos. En el primero se analiza el crecimiento y la configuración del centro y la periferia: desde el Madrid medieval del siglo IX hasta 1535, la capital de la monarquía (hasta 1560), la corte barroca (1665), los inicios de la transformación borbónica (1725-1765), una ciudad para el rey (1805), la vieja ciudad del antiguo régimen (1835), hasta el camino hacia la metrópoli (1855).
El segundo apartado estudia el espacio social de la ciudad: la evolución de la población desde la época medieval, pasando por el impacto de la Corte, la sociedad. del siglo XVI, la feudalización de los madrileños un siglo más tarde, la consolidación de los límites de la villa en el siglo XVIII, el paso de la ciudad cortesana a la burguesa, además de los servicios urbanos de transporte, agua y abastecimiento.
En el tercer capítulo se habla de la evolución de las instituciones, la Iglesia y la cultura madrileñas: la creación del Ayuntamiento, la justicia y el sistema penal de la Corte (1561-1834), la delincuencia en los siglos XVI al XIX, la estructura parroquial y conventual entre los siglos XII a XIX, la docencia en la Edad Media, las cofradías y el Madrid literario en la Edad Moderna. El cuarto apartado recoge, por último, los callejeros históricos de la ciudad.
Del largo periodo estudiado, el director de la obra destaca el cambio que sufrió la ciudad en los siglos posteriores a 1561, al convertirse en residencia de la Corte. "Madrid se convirtió entonces en un trasiego de gente, tanto de las élites sociales como de las clases más bajas. Esto hizo de la ciudad un paradigma, donde se evidenciaban de manera clara los rasgos de una sociedad desigualitaria", explica Pinto.
Página a página se puede comparar el crecimiento demográfico de Madrid (actualmente cinco millones de habitantes) con las 18.000 personas que vivían en la ciudad en 1561. Con el asentamiento de la Corte a finales del siglo XVI, la cifra asciende a 90.000 habitantes, que disminuyen en 40.000 personas cuando la Corte hace la mudanza a Valladolid a comienzos del XVII. Sin embargo, podo a poco la gente regresa a Madrid. El atlas y el siglo XIX se despiden con 250.000 madrileños.
Madrid, atlas histórico de la ciudad. Editorial Lunwerg. 9.850 pesetas
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.