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Consolo critica el "viejo sentimentalismo" de los jóvenes escritores

El autor italiano presenta 'Retablo'

Andrés Fernández Rubio

Parecía que la palabra corazón había caducado en literatura para siempre, pero no, ahora se revaloriza y su símbolo es el superventas de Susanna Tamaro Donde el corazón te lleve (Seix Barral), que ha vendido en Italia más de un millón de ejemplares. Así opina Vincenzo Consolo, uno de los escritores más agudos de la literatura italiana actual, que lamenta vivamente el retorno al "viejo sentimentalismo" de muchos jóvenes autores, y no sólo italianos. Consolo, seguidor de una exigente línea de investigación lingüística y poética, presenta en España su libro Retablo (Muchnik).

Vincenzo Consolo dice que no le gustaría parecer el censor de las nuevas voces de la literatura, pero le puede su espíritu crítico (que se corresponde con una mirada de gran fuerza y viveza). Como escritor siciliano, y heredero de la idea de agitación civil que, cada uno a su manera, Sciascia y Pasolini elevaron a alturas poco comunes, Consolo se queja de "la falta de tensión cívica" que advierte en los jóvenes escritores ante una situación política tan necesitada de voces independientes como la italiana. "Es el regreso de la pequeña burguesía, un fenómeno internacional que recupera este tipo de valores sentimentalistas", afirma el escritor, para quien estos jóvenes narradores de su país "no tienen en cuenta la tradición literaria que hay detrás".Para ejemplificar el nuevo sistema, Consolo cita al "crítico literario más influyente de Italia", Maurizio Constanzo. "En su programa de televisión", dice, "en una cadena del grupo Fininvest [el holding del ex primer ministro Silvio Berlusconi], cada noche monta una especie de circo donde todos, y hay grandes expectativas para estar allí, acuden a contar sus historias (yo no pienso ir, aun que me han invitado muchas veces; divido a la humanidad entre los que van a ese programa y los que no). Es un fenómeno de subcultura que, sin embargo, determina el éxito de un libro. El fenómeno de Tamaro nací allí. Se trata de un sistema extraliterario, de imposiciones publicitarias que corresponden a las expectativas de un público ansioso de mensajes publicitarios".

Consolo señala a los editores como partícipes de la responsabilidad, al presionar hacia obras comerciales a los nuevos autores, que "traducen las jergas de la juventud a páginas literarias". El escritor siciliano, de 62 años, va claramente por otro camino. Según su tesis, el verdadero drama del escritor, para permanecer en el espacio literario, es el de saber cambiar el eje de la prosa de comunicación hacia la de expresividad, "cargando a la escritura de memoria e inclinándola hacia la palabra poética".

En su caso, explica que ese cambio lo realiza a través de la experimentación lingüística y practicando "una especie de prosa rítmica" que fatalmente lo conduce al género literario de los poemas narrativos. Autor de obras como La sonrisa del ignoto marinero (Alfaguara) o De noche, casa por casa (Muchnik), Consolo se caracteriza por la musicalidad de sus textos y la utilización de un lenguaje donde se cruza el patrimonio cultural de Sicilia con la influencia del Milán industrializado en el que ha vivido más de 25 años. Así, sus obras tienen dificuItades de traducción y se alejan del lenguaje "transnacional", que domina en las listas de libros más vendidos. "Es mi búsqueda literaria", señala, "que he practicado desde el principio: una bajada a los infiernos de la lengua, a sus profundidades". Tal es el caso de su nuevo libro, Retablo, considerado por La Stampa como un recorrido de "amor y viaje con la magia de la palabra".

Consolo añade que él recoge "las lecciones" de otro siciliano, Leonardo Sciascia, cuyas novelas considera proféticas (sobre todo en lo referente a la degeneración de la Democracia Cristiana en sus relaciones con la mafia). Y la principal lección de Sciascia fue "el empeño civil como estructura básica de la narrativa", dice, "aunque en primer plano yo coloco la experimentación lingüística".

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