España forzará hoy la aprobación por la UE del acuerdo de asociación con Marruecos para facilitar el de pesca
La presidencia española de la Unión Europea (UE) "echará el resto" para que el Consejo de ministros de Asuntos Generales (Exteriores) apruebe hoy el acuerdo de asociación con Marruecos, del que depende también el de pesca. "Mi ministro hará cuanto esté en su mano" para lograr el acuerdo, dijo el embajador español ante la UE, Javier Elorza. Otras fuentes de la presidencia y de la Comisión calificaron de "ridículas" las resistencias de Alemania, Holanda y Bélgica a efectuar unas concesiones agrícolas limitadas.Los quince Gobiernos están encantados con el compromiso de Marruecos de desmantelar completamente en doce anos sus protecciones industrial y de servicios. Pero tres de ellos (Holanda, Alemania y Bélgica) se han resistido la semana pasada, formalmente, a acordar unas concesiones agrícolas limitadas.
Fuentes del Ministerio de Agricultura consideraron también "insostenible en términos de lógica" la oposición del sector tomatero español al acuerdo. Según el compromiso político trenzado entre Bruselas y Rabat, las exportaciones marroquíes de tomates aumentarían en 15.000 toneladas anuales, hasta 150.676 toneladas. Pero este aumento es muy ligero frente a los 13 millones de toneladas anuales que produce la UE. Y además, la cifra de incidencia real es inferior a la teórica, porque se reparte en dos meses adicionales (octubre y abril).
Además del tomate, holandeses, alemanes y belgas protestan por las entradas adicionales de flor cortada, que pasaría de 1.500 toneladas a 5.000, una cifra bastante inferior a las 21.000 toneladas ya aceptadas para Israel. Y en cuanto a la patata temprana, la incidencia en el mercado global de las 120.000 toneladas previstas "no será dramática", según indicaron las mismas fuentes.
El único capítulo al que se reconoce un impacto serio sobre un país es el de las sardinas en conserva: el compromiso con Rabat implica la entrada de 20.000 toneladas en 1996 e igual contingente en 1997, para liberalizar completamente el acceso de las sardinas marroquíes desde 1998. Por eso, en las últimas horas se está estudiando alguna fórmula compensatoria para Portugal.
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