Ejemplo a seguir
Este es el extracto del discurso realizado ayer por Carlos Bousoño en la ceremonia de entrega de los galardones:"Ante todo, quiero agradecer públicamente el galardón que se nos otorga, en nombre de todos los que hamos sido premiados este año por la Fundación Felipe de Asturias en sus diversas ramas".
..."Entre los numerosos méritos de la fundación que hoy nos ha reunido aquí, quiero destacar, como tal vez el más significativo, el carácter internacional de sus directrices, que junta en este teatro cada año los nombres literarios y científicos españoles con los otros de la América que habla y escribe en nuestra misma lengua, y aun, fuera de esas ramas, los de personajes de iodo el mundo".
..."Y el hecho de que este internacionalismo me parezca ser, quizá, una de las supremas virtudes de esta fundación se debe a la evidencia de que el debilitamiento de las fronteras que separan a los distintos países resulta constituirse como la gran tarea que desde hace algunos años está comenzando en el mundo, y que ha de llegar acaso pronto a acentuar y extender su carácter fusionador, junto al otro movimiento que parece contrario y no lo es, pues responde, según pienso, a idéntico ímpetu esencial: el de reconocer asimismo, y hasta mimar, las diferencias de las distintas regiones de que cada nación a su vez consta. Por un lado, digamos, anda, en el mundo actual la idea de una Europa unida; por otro, las autonomías lingüísticas y étnicas en España, Italia, Alemania, Bélgica, etcétera. Las dos cosas son necesarias y complementarias, como creo haber dicho a partir de 1958. Quisiera explicar brevemente las razones que, a mi juicio, actúan en tan trascendental asunto".
..."Las comunicaciones instantáneas contribuyen con fuerza a la unión: aviones, teléfonos y telégrafos son cosas ya viejas, pero la televisión, el fax, los ordenadores y tantos otros artilugios son asombros recientes. Y ahora preguntémonos: ¿no hay una verdadera contradicción, condenada como tal a su pronta desaparición entre esa manifiesta unidad sustantiva y la vigencia extrema de fronteras inexorables y radicalmente separadoras? Y aunque tampoco sea lo que voy a decir, la verdadera causa de la tendencia opuesta a proteger las discrepancias de las partes (valones y flamencos en Bélgica; gallegos, vascos o catalanes en España, etcétera, etcétera), no hay duda de que un estímulo importante (repito: estímulo y no causa) de esa extraña paradoja aparente ha de ser el instinto a no destruir la riqueza de benéficas variaciones que la estandardizacion excesiva puede provocar.
Pero, ¿cuál será entonces la causa única de ambos contrapuestos fenómenos: unión por arriba, Europa, etcétera, y aparente despedazamiento por abajo, o sea, poder de las partes y disminución del poder de los todos; o dicho aún de otro modo, disminución del poder de las grandes naciones y centros, a favor del aumento de éste en sus respectivas subordinaciones: "poder negro", "poder de las minorías", "poder de las regiones", poder de las mujeres ("feminismo"), poder de las colonias ("descolonización"), etcétera. En suma, descentralización, frente a la progresiva centralización política en que ha consistido la acción de los gobernantes, de un modo creciente, a partir de Luis VI el Gordo en Francia (comienzos del siglo XII) hasta hace sólo unos pocos años?"
..."El crecimiento de la razón físico-matemática, sobre todo a fines del siglo XVII y a lo largo del siglo XVIII, razón que es, claro está, una razón generalizadora sin excepciones, trajo consigo, finalmente, las ideas de igualdad entre los hombres, la supresión de los privilegios de los nobles, amén de los derechos civiles y los derechos humanos, consagrado todo ello en la Revolución Francesa. Llegado el Romanticismo, y asimilados tan altos logros, ese tipo de razón, que hasta el momento sólo había aportado beneficios, empezó a verse con desconfianza, pues, al generalizar, se olvidaba (en un momento en que el individuo importaba ya mucho), precisamente del individuo y, por tanto, de la vida, que es,. siempre individualisima. Se busca entonces una razón distinta que no resulta antivital. Tras los tanteos románticos y simbolistas la razón vital orteguiana representa e triunfo de esta tendencia, pues se trata de una razón que generaliza (toda razón forzosamente ha de hacerlo), pero que tiene en cuenta las excepciones, las peculiaridades discrepantes de grupos e individuos. El crecimiento de la protesta, y por tanto de la crisis, de la razón físico-matemática o instrumental generalizadora sin excepciones, repito (Unamuno, Bergson, Spengler, Weber, generación del 27, Ortega, Escuela de Francfort, rebelión estudiantil del 68) tiene como consecuencia la sustitución paulatina de ésta por la razón vital, la cual, al generalizar, lleva, como el otro tipo de razón repudiado, a la formación de grupos cada vez mayores (desde los políticos, la idea de Unión Europea, por ejemplo, hasta los que pudieran parecer más triviales: la venta en tiendas de grandes superficies, digamos); pero que, al atender esa razón vital, con idéntica fuerza a las partes, conduce igualmente a la descentralización de los viejos centros y naciones (en España, el Estado de las autonomías) y al surgimiento de esos poderes menores o parciales.
Pues bien: ahí tenemos el motivo del gozo que me produce el hecho de que el Premio Príncipe de Asturias, en su reparto anual de distinciones, no haga distingos entre naciones y, sobre todo, entre naciones de la misma lengua, pues este internacionalismo supone el ajuste adecuado al tiempo en que vivimos, cosa que siempre es bueno y hasta obligatorio buscar"...
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