Cebrián afirma que los GAL se beneficiaron de "un silencio cómplice"

Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA, editora de EL PAÍS, afirmó ayer: "Está bien que periodistas que ampararon con. su silencio o con frases equívocas la actuación, de los GAL ahora protesten" por su actividad terrorista. "Lo que no está bien" matizó, "es que los GAL pudieron actuar por el silencio cómplice no sólo de algunos periodistas, sino también de políticos, de empresarios, de la Iglesia...".

Cebrián aconsejó a los periodistas rusos que asisten en Madrid. junto a parlamentarios de la Federación Rusa a un seminario sobre la transición que se esfuercen en que sus medios de comunicación sean rentables. "Un medio que pierde dinero no es independiente porque depende deje que le financie alguien"advirtióCebrián señaló que la persistente tentación de algunos periodistas para actuar como político! y de algunos políticos para ejercer de periodistas deriva de la alianza tácita qué hubo en los años 70 entre reformistas y la prensa para sacar adelante la democratización.

Al hilo de esa invocación, recordó que fue el propio presidente del Gobierno Adolfo Suárez quien en abril de 1977 promovió un editorial conjunto de los periódicos de Madrid y Barcelona contra el plante de las Fuerzas Armadas frente a la legalización del PCE. Era la primera vez desde 1939 en que se iba a publicar un artículo de crítica directa al Ejército y los directores de los diarios -exceptuado el del ultraderechista El Alcázar- sintieron la necesidad de cerrar filas.

El consejero delegado de PRISA recordó que la ley Fraga, de 1966, sin llegar a establecer una auténtica libertad de prensa, permitió una apertura que acabó convirtiéndose, en expresión de altos cargos militares, en un auténtico boquete en la línea de flotación del franquismo. Desde entonces, cuando el Parlamento de papel reflejaba mejor que las instituciones la realidad del país y permitía traslucir la disidencia, los medios de comunicación han desempeñado, un papel protagonista en momentos cruciales, relató Cebrián.

"Se ha dicho que el golpe de Estado del 23-F lo abortaron el Rey y los transistores. Y es verdad que la radio permitió escuchar en directo el asalto, los disparos, los gritos, y que algunos diputados, gracias a los transistores, pudieron saber que el golpe había fracasado fuera del hen-úciclo", dijo. "Cuando el Parlamento estaba secuestrado, nuestro periódico sacó a la calle e incluso logró introducir en el Congreso, una edición donde se decía EL PAÍS con la Constitución", recordó. Cebrián recomendó a la delegación rusa y a los alunmos del Centro Universitario Ramón Carande que asisten al seminario sobre la transición que vean las imágenes televisivas de aquel espectáculo "tan denigrante" que galvanizó al país contra el golpismo. En aquella época, evocó, las críticas del PSOE a Suárez tenían "componentes bastante demagógicos y cainitas que recuerdan mucho al tipo de crítica que hace ahora el PP a González"

Cebrián opinó que la mayoría absoluta de que dispuso el PSOE desde su primera victoria electoral. le llevó a la arrogancia y, en poco tiempo, a no diferenciarse de cualquier otro Gobierno que, por el ejercicio, se convierte en el primer enemigo de la libertad de expresión.