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El fiscal general pide al Parlamento belga que procese por corrupción a Willy Claes

Xavier Vidal-Folch

El más alto fiscal del reino de los belgas pidió ayer al Parlamento federal que encause al actual secretario general de la OTAN, Willy Claes, por corrupción y falsedad en el caso de las comisiones ilegales por la venta a Bélgica de 46 helicópteros de la firma italiana Agusta. Si la Cámara en pleno accede a la petición, la investigación correrá a cargo del Tribunal de Casación, el equivalente del Tribunal Supremo español. La acusación contra Claes se basa en su presunta aceptación de comisiones a diversos políticos, por importe aproximado de 230 millones de pesetas. El máximo responsable civil de la Alianza Atlántica reiteró ayer que es inocente y que no piensa dimitir.

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El trámite en el Parlamento, con carácter previo a un eventual enjuicianuento por el alto tribunal belga, constituye requisito obligado para convertir en acusados no sólo a los ministros sino también a los ex ministros, según el artículo 103 de la Constitución. En estos casos es el Parlamento el que procesa -y levanta la inmunidad- y el Tribunal el que juzga.Jacques Velu, procurador general -equivalente a la figura española del fiscal general del Estado-, mostró ayer un informe a la comisión parlamentaria establecida para el caso en el que se imputan a Willy Claes los delitos de falsedad y corrupción, presuntamente cometidos en 1988, cuando era ministro de Economía, al aceptar comisiones ilegales por la compra de 46 helicópteros militares de la firma italiana Agusta para el Ejército de tierra belga.

El fiscal también pide el procesamiento del antiguo ministro de Defensa, Guy Coeme, por un caso parecido relacionados con la firma, francesa Dassault, según la emisora de radio belga BRTN. El informe conocido ayer por la comisión parlamentaria se ampliará con otros documentos el próximo martes.

La fiscalía considera que existen numerosos "indicios de culpabilidad" de los políticos en ambos casos. Parte de las comisiones ilegales de Agusta -unos 230 millones- fueron a parar supuestamente a la tesorería del Partido Socialista flamenco (SP), del que Claes fue alto dirigente.

El acusador público esgrime el testimonio de Georges Cywie, intermediario oficial de Agusta en Bélgica, según el cual un 0,5% del total de la operación se canalizó directamente a Claes, por entonces ministro de Asuntos Económicos, o a su jefe de gabinete. El antiguo tesorero del SP, Etienne Mangé, reconoció haber cobrado de Agusta importantes cantidades con destino al partido.

Las acusaciones a Claes y Coeme de ser "autores, coautores y cómplices" de los delitos de "corrupción, falsedad de documentos y fraude" llevarán probablemente al jefe político de la OTAN a comparecer el próximo martes ante la Comisión Especial del Parlamento, informa Efe. La comisión, integrada por 11 diputados de diversos partidos, recibió ayer de manos del presidente de la Cámara, Raymond Langendries, el informe del fiscal general en el que se pide el procesamiento. Tras estudiarlo, y si hace caso de la opinión del fiscal, la comisión pediría al Pleno del Parlamento el procesamiento de los dos dirigentes. Si, por el contrario, no acepta las tesis de Velu, podría solicitar la continuación de la investigación e incluso reclamar el cierre del sumario.

Debate en Virginía

El secretario general de la OTAN asistía ayer en Williamsburg (Virginia) al debate sobre la fuerza militar de. la Alianza que ha de aplicar el futuro acuerdo de paz en Bosnia cuando estallaba la bomba informativa en su país. "Soy inocente, no hice nada malo y estoy muy tranquilo (...) porque confío en la justicia", se limitó a decir en una conferencia de prensa antes de anular todas las entrevistas que tenía previstas en EE UU.

El largo brazo del escándalo Agusta, que le persigue desde hace años, amenaza ahora, tal vez como nunca,. su continuidad al frente de la organización de defensa occidental, precisamente cuando ésta tiene que adoptar algunas de las más importantes decisiones de su historia. El próximo lunes, Claes regresa a Bélgica para enfrentarse con el conflicto.

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