Sampedro: "La vejez es un momento de simplificación"

"Este personaje que ven aquí", comenzó diciendo Juan Cruz, su editor, dirigiéndose a las multitudes de lectores (lectoras, lectoras: mayoría) que habían acudido, en la mañana dominical, a la Librería Crisol, "este personaje con el pelo blanco, barbado, alto, fuerte, que parece tener algo más de 30 años" era José Luis Sampedro, autor, entre otras novelas, de La sonrisa etrusca, que cumple 10 años en el catálogo de Alfaguara, 42 ediciones y medio millón de ejemplares vendidos. Una ocasión, pues, como cualquier otra para oír a Sampedro, espoleado por el periodista Luis del Val.

"La vejez", se disculpa con una sonrisa, "es un momento de simplificación", por eso no tiene televisión, regaló la vieja, no tiene ordenador, regaló el que tuvo, y escribe sentado en un sillón de orejas, enhiesta la espalda y apoyada en los brazos del sillón una tabla a modo de espartana mesa. "Se escribe para suscitar emociones y no hay que olvidar que vivimos para las emociones" y por eso reconoció haber llorado, él mismo, leyendo pasajes de La sonrisa etrusca a su mujer. Como las lectores que confesaron, ayer domingo, haberlo hecho también.