Descubierta una trama bancaria que ocultó al fisco 2.437 millones de pesetas

La Brigada de Delincuencia Económica de la Policía de Barcelona ha puesto al descubierto una trama, capitaneada por el director de una sucursal del Citibank en Barcelona, que entre 1988 y 1992 presuntamente hurtó al control de Hacienda 2.437 millones de pesetas, sin contar intereses, en operaciones opacas.

Fue la dirección del Citibank España la que, al descubrir una serie de irregularidades, instó la querella contra su directivo, Ignacio Solano López de Letona, de 42 años y sobrino del ex ministro franquista y ex vicepresidente de Banesto José María López de Letona. Además de Solano, la policía detuvo a la esposa de éste, a dos agentes de bolsa y a tres clientes del primero. Todos están en libertad con cargos, acusados de falsedad en documento público y de evasión fiscal.

Como en la mayor parte de las operaciones oscuras que tienen como protagonista principal un directivo de banca, Solano montó un banco particular dentro de su sucursal del Citibank, ubicada en la calle doctor Ferran, en Pedralbes, uno de los barrios de la gente acomodada de Barcelona. Para ello se valió y utilizó los nombres e identidades de 16 testaferros, que ignoraban que sus nombres figuraban en pagarés y activos financieros el banco al portador. En esta relación de involuntarios hombres de paja figuran desde camareros a albañiles e incluso alguna persona fallecida antes de que se falsificara su firma.

Cajón de sastre

Al vencimiento del activo financiero, cuya rentabilidad oscilaba entre el 10% y el 15% y que era endosable a terceras personas, era retirado en caja por el cliente auténtico contra la cuenta contable de acreedores de la agencia. Esta cuenta interna a era un verdadero cajón de sastre que escapaba al control de Hacienda con lo que se aseguraba la opacidad fiscal de la operación.El portavoz del banco, Juan Cruz, dijo ayer que ningún cliente ha sido perjudicado y destacó que se trata de un fraude fiscal.

Las investigaciones policiales han demostrado que a cada testaferro le corresponde en paralelo un cliente de la agencia bancaria dirigida por Ignacio Solano. Todos los clientes o son familia de Solano -su propia esposa está implicada- o son clientes personales de aquél, algunos de ellos de hace años. Además poseen otro dato en común: todos tienen un elevado poder adquisitivo y son personas físicas o jurídicas vinculadas a empresas inmobiliarias. Solano es socio y está relacionado con varias de estas sociedades cuyo ámbito de actuación lo constituyen Cataluña y las islas Baleares.

En el seguimiento del capital utilizado en la operación aparecen numerosas interrelaciones de partidas económicas que, procedentes de clientes de la oficina bancaria del Citibank, formaban parte de la operativa ideada por Solano.