Europa diseña los nuevos vigilantes de la Tierra
La ESA propone su estrategia de observación espacial para el 2000
La observación de la Tierra desde el espacio ha avanzado tanto que lo que hace unos años era pura investigación científica, como estudio de las nubes o tímidos registros de los océanos y de las grandes áreas vegetales, se ha convertido en necesidad. La predicción meteorológica es ya un recurso económico; la vigilancia de cosechas y recursos agrícolas, una exigencia política y administrativa; el control de vertidos contaminantes, en el mar o en el Océano, casi una obligación de los gobiernos. Los satélites que desde uña altura de unos mil kiIómetros no quitan ojo a la Tierra son, desde hace unos años, imprescindibles.Así las cosas, la Agencia Europa del Espacio (ESA) quiere cambiar su estrategia de observación terrestre con vistas al nuevo siglo de manera que los servicios meteorológicos y de vigilancia medioambiental, que se generalizarán e intensificarán, no comprometan las misiones científicas, y viceversa.
"Hemos preparado dos líneas: las misiones de exploración (Earth Explorer) y las de vigilancia (Earth Watch)", explica Lanfranco Emiliani director del programa de observación de la Tierra de la ESA. Ésta será la propuesta que presentará en la proxima reunión ministerial de la agencia, una cita clave para el futuro espacial europeo a celebrarse en Toulouse (Francia) el proximo mes de octubre.
Investigación avanzada
Si recibe luz verde, los científicos tendrán un marco independiente de programas para hacer investigación avanzada; su experiencia, además, se irá incorporando en la otra mitad de la estrategia, es decir, las misiones específicas de usuario con satétiles encargados de controlar la temperatura del mar, la contaminación, los incendios, la humedad de la atmósfera y, en general, de vigilar el clima de la Tierra con los satélites. Metop. En estas últimas, la ESA se ocupará del desarrollo tecnológico y la organización internacional Eumesat de su operación y servicio para los centros meteorológicos de sus socios.Desde el punto de vista de la ESA, no serán programas obligatorios para todos sus países miembros, como España, que todavía. no ha especificado si se apuntaría o no. Paralelamente, tres nuevos satélites Meteosat se, dedicarán específicamente a la predicción meteorológica.
De momento, y hasta que esta segregación se produzca, la ESA prepara ya una nueva, misión medioambiental, Envisat, para ser lanzada en 1999.
Dentro de poco, los investigadores europeos del clima dispondrán de mejores radares en órbita que ahora, nuevos altímetros e instrumentos de alta resolución para medir la temperatura, la altura del mar, la evolución de los casquetes polares, o el relieve de los continentes, sensores avanzados embarcados en satélites que mejorarán la exactitud de los datos y recogerán información precisa sobre la química atmosférica o la biología marina.
Luego, en Earth Explorer se están estudiando ya nueve, posibles misiones, de las que se seleccionarían tres o cuatro para entrar en funcionamiento apartir del 2006, o 2004, explica Emiliani. El programa marco comenzaría ahora con un presupuesto de unos 45.000 millones de pesetas. Mientras tanto, Estados Unidos tiene, ya en marcha el programa Earth Observation Sistem, con satélites e instrumentos de investigación similares a los europeos. Los japoneses van algo retrasados en esta rama espacial.
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