"Hasta que no le toque no creeré que todo ha acabado"
Las familias de los tres observadores españoles secuestrados por los serbios de Bosnia pasaron de la desolación del miércoles por la noche, cuando se les daba por muertos, a la euforia, a duras penas contenida, del jueves, tras contemplarlos sanos y salvos en las imágenes tomadas por la televisión de Pale. Ayer seguía la tensa espera junto al teléfono, pendientes de oír su voz."Estamos deseando tenerle a nuestro lado. Hasta que no le toque, no creeré que todo ha terminado. Ha sido una verdadera pesadilla", declaró Almudena Quintana Trejo, hermana del comandante Zenón Luis.
Como las restantes familias, los Quintana recibieron ayer una llamada del Ministerio de Defensa. En su caso, les anunciaron que su hermano había telefoneado a primera hora de la mañana a Belgrado para comunicar que los cinco observadores se encontraban bien y esperaban en Visegrado a que las autoridádes serbobosnias les permitieran cruzar la frontera.
Carlos Fruhbeck, cuñado de Almudena, explicó que su hermana había vivido 24 horas de enorme presión y se encontraba en Oleiros (La Coruña), donde pasaba las vacaciones en compañía de sus padres, esperando con ansiedad una llamada de su marido. "Confiamos en que todo salga bien y hoy mismo [por ayer] pueda ponerse en contacto con nosotros", informa Claudia Navarro desde Valencia.
"Experiencia muy fuerte"
Enrique García Romero, segundo de los cuatro hijos del general de brigada José Luis García Esponera, afirmó que su familia esperaba "con mucha ilusión" el momento de hablar por teléfono con su padre.Las imágenes de televisión en las que se veía al general en aparente buen estado de salud provocaron, según Enrique, una verdadera explosión de euforia entre sus familiares, tras el "día negro" anterior, cuando creyeron que estaba muerto. "Ha sido una experiencia muy fuerte", agregó el hijo del general, quien criticó a los medios de comunicación que informaron de la muerte de los observadores "sin comprobarla".
"Hombre, te lo puedes imaginar", contestó ayer Mercedes Sánchez Rau, hermana del diplomático español, preguntada por la reacción de la familia al enterarse de que Fernando estaba vivo. Mercedes llamó varias veces a la Embajada de España en Belgrado para obtener una confirmación oficial de la noticia, pero nadie se la pudo ofrecer. "No tiene mucho sentido que haga declaraciones hasta que no hable con él", se excusó.
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