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El rechazo de lo Reich Ranicki

"Forma parte de las tareas más difíciles y desagradables de la profesión tener que decir a menudo cosas poco gratas a celebridades, pero lo peor es tener que decírselas a quienes también le consideran a uno importante y célebre. Lo que está mal, mal está, y hay que decirlo". Así comienza una extensa carta del famoso crítico alemán Marcel Reich-Ranicki dirigida a Günter Grass en la que expone su contundente desacuerdo con la última novela del autor de El tambor de hojalata. A continuación se recogen algunas de las razones del crítico:"Le considero un escritor extraordinario, más aún: le admiro -como siempre-. Pero tengo que decir lo que no puedo ocultar: que su novela Ein weites Feld (Un vasto campo) me parece un absoluto fracaso. Esto, puede usted creerme, también resulta muy doloroso para mí. Ha invertido en este libro varios años de trabajo difícil y, no cabe duda, también laborioso".

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"Como casi todos los autores de éxito, también usted es considerado -esta fama se la debe naturalmente a sus compañeros de profesión- un megalómano. Yo soy de una opinión completamente diferente. La megalomanía no ha menoscabado profundamente su producción literaria en los años ochenta y en los actuales noventa, sino más bien ha sido la inseguridad, o mejor dicho, la falta de confianza en sí mismo.

"Crítica y público han rechazado decididamente -y la mayor parte de las veces también rotundamente- sus obras La Ratesa y Unkenrufe y dos o tres libros más cortos. Esa puede ser una de las razones de su crisis. Otra tiene que ver quizá con la política... Usted lo sabe casi todo mejor que yo. Pero hay una cosa que con seguridad yo sé hacer mejor que usted: criticar su libro. Los escritores que se dedican a la política actúan casi siempre como aficionados y si se convierten en políticos profesionales, perjudican entonces a la literatura sin ser útiles a la política".

"El desastre de su novela quizá esté en que invoca continuamente a Fontane, en que lo cita, lo imita y de vez en cuando lo desvalija, pero no consigue aprender de él lo más importante y lo que precisamente podía hacer como casi ningún otro escritor alemán: transferir lo ideológico a lo sensorial, o sea, hacer lo espiritual visible y concreto".

"Antes me lamentaba de que no consiguiese dar a sus novelas un carácter integral... Ahora, lamento que en Ein

weites Feld busquemos inútilmente párrafos armoniosos".

"¿Es que no tiene ni idea de cómo les fue a los judíos en la RDA, no se ha enterado de que miles de judíos de la antigua Unión Soviética (y de otros países) han encontrado asilo en Alemania en los últimos años? No me apetece extenderme aquí sobre este tema, pero tengo clara una cosa: no tiene ni idea de lo que habla".

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