Limpieza etnica de guante blanco
Los serbios ya son mayoría en kujevci, en Voivodina, pero no pueden borrar su pasado croata
ENVIADO ESPECIALKúkujevci, en la Voivodina occidental, fue hasta la guerra en los Balcanes una localidad campesina de casi 2.000 habitantes, croatas en un 99%. El actual alcalde, Rajko Tupenarac (serbio), no tiene ningún empacho en afirmar que era, probablemente, "el pueblo más puramente croata de toda Yugoslavia". Kukujevci tiene hoy 1.730 habitantes, de los que 1.400 son serbios. Los 330 restantes son croatas en su mayoría. Muchos de ellos preparan las maletas ante la llegada de refugiados serbios de Krajina.
En menos de cinco de años, Kukujevci ha pasado de ser un pueblo croata a un pueblo serbío en un ejemplo contundente de la limpieza étnica en la antigua Yugoslavia. A la fuerza, naturalmente, pero en este caso sin necesidad de bombardeos, francotiradores o matanzas. Aunque la bandera serbia ondea en la mayoría de las casas, Kukujevci no puede ocultar que su pasado pertenece a otra nacionalidad.
No es necesario que el alcalde recuerde que antes de la guerra "estaba lleno de banderas croatas". La pequeña iglesia ortodoxa apenas puede competir con la inmensa catedral católica en la calle principal del pueblo. A la entrada del Ayuntamiento, una lápida recuerda a las víctimas de la II Guerra Mundial en el pueblo. De los 25 nombres, 22 son croatas.
Los 1.400 serbios que viven hoy en KukuJevcí llegaron de 79 localidades distintas de Croacia. Ocupan en total unas 391 casas que pertenecían a familias croatas. "Intercambiadas legalmente", subraya una y otra vez el alcalde Tupenarac, que en su despacho enseña documentación diversa que intenta demostrar que la permuta de viviendas entre croatas y serbios se hace de común acuerdo y con garantías. En una larga lista figura una relación de aquellas familias croatas y de sus enseres con los que se marcharon a Croacia a vivir, en teoría, a casas abandonadas a su vez por serbios..
La última ola de refugiados serbios -a raíz de la reconquista de Krajina por el Ejército croata- ha culminado prácticamente el proceso de limpieza étnica de Kukujevci iniciado tras los primeros combates entre serbios y croatas en 1991. Pero ha puesto también de manifiesto que el intercambio de viviendas ni es tal intercambio en muchos casos, ni es voluntario, ni, mucho menos, legal. Oficialmente, nadie ha ocupado vivienda alguna.
Durante las últimas semanas ha habido incidentes en el pueblo que el alcalde trata de minimizar "incidentes verbales", dice, aunque posteriormente recuerda que ha habido algún que otro disparo-. La realidad se ve en la calle: una familia serbia recién llegada de Benkovac (Krajina) espera junto a una casa. La cita con los propietarios, un matrimonio croata, es para discutir el intercambio de viviendas. La mujer croata -no quiere dar su nombre explica que nunca pensaron en marcharse. Nacieron en Kukujevci. "El 9 de agosto vinieron unos individuos armados, serbios de Krajina, que nos amenazaron y nos dejaron una dirección de Kistinje (cerca de Knin). Allí tenéis una casa, nos dijeron, pero largaros de aquí", recuerda la mujer. Pasaron varios días fuera de la casa y cuando regresaron les habían robado muchas cosas. No han vuelto a dormir en la casa. "Las autoridades no han dicho que no pueden garantizar nuestra seguridad", añade el marido. Un amigo de la familia visitará la casa de la familia serbia en Benkovac. Si está en buenas condiciones -habrá permuta.
De regreso al Ayuntamiento, -otra familia serbia, llegada de Petrinja, suplica al alcalde por una casa. Hay un joven soldado con Muletas. Tras explayarse sobre el difícil problema de la vivienda en Kukujevci, Rajko Tepenarac dice en un aparte a un miembro de la familia: "No os preocupéis demasiado por conseguir una casa. Pronto vamos a mover la frontera con Croacia y habrá espacio para todos".
En Apatin, junto al Danubio y frontera con Eslavonia oriental han llegado 8.600 refugiados, en una localidad de 18.000 vecinos. La avalancha ha producido varios incidentes con la población húngara. Las escenas de tensión también se han registrado entre serbíos. En Backi Jarak, al norte de Novi Sad, los vecinos, fervientes partidarios del presidente Slobodan Milosevic, tuvieron serias fricciones con los refugiados de Krajina, que consideran que el líder serbio les abandonó ante la ofensiva croata. Como consecuencia, no pudieron quedarse.
De los 170.000 refugiados de Krajina que han llegado a Serbia, un 90% están en Voivodina.
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