Submarinistas franceses y egipcios buscan restos del legendario Faro de Alejandría
Los arqueólogos alertan sobre el desastroso estado de conservación de la ciudad
Alejandría Alejandría, la cludad de Marco Antonio y Cleopatra, de Kavafis, de Lawrence Durrell, se encuentra en un estado -de conservación desastroso y con lo poco que queda de su patrimonio helenístico gravemente amenazado. La situación de ese patrimonio es crítica, según coinciden en señalar diversos especialistas, pese a los esfuerzos de la Unesco, del Gobierno egipcio y de los arqueólogos de varias misiones internacionales, que luchan por dilucidar y rescatar el pasado de la metrópoli. Uno de los frenteg de actuación más espectaculares es la investigación sobre el legendario Faro de Alejandría de un equipo de submarinistas franco-egipcio. Esta misión ya ha localizado bajo el agua numerosas piezas de arte egipcias y grecorromanas.
¿Fue cilíndrico, octogonal o cuadrangular? ¿Y cómo funcionaba? Esos y muchos -otros de los misterios del Faro de Alejandría, una de las siete, maravillas del mundo antiguo, podrían quedar sepultados para siempre en el lecho del Mediterráneo si la ambiciosa expedición franco-egipcia no concluye sus trabajos hacia octubre próximo."Si no terminamos a tiempo jamás nadie podrá armar este monumental rompecabezas", dice Colin Clement, miembro del equipo de investigadores desde. hace un año empeñados en extraer por lo menos algunas piezas clave de la fabulosa torre de piedra y mármol. Mezcladas con, enigmáticos restos arqueológicos de varias civilizaciones, las ruinas del milenario símbolo de Alejandría supuestamente yacen a menos de diez metros de profundidad.
Los trabajos corren prisa porque las autoridades egipcias temerosas de que las tormentas invernales erosionen aún más el zócalo de la fortaleza mameluca del siglo XV erigida en el mismo sitio desde donde el faro iluminó a los navegantes hasta su destrucción hace casi mil años, quieren construir rompeolas sobre las ruinas, dijo Clement a EL PAÍS.
Muchos bloques
En un paso que provocó furiosas protestas del mundo arqueológico, ingenieros egipcios comenzaron el año pasado a arrojar al mar gigantescos bloques de hormigón para proteger la pequeña bahía de la furia de las olas de invierno. A petición de numerosas organizaciones, esos trabajos han sido suspendidos hasta el otoño, pero muchos de los bloques ya aprisionan elementos de lo que Clement describe como un parque arqueológico submarino" pleno de columnas y restos de estatuas de varios periodos. Unos de los hallazgos -más recientes, añadió, es una milenaria vasija aparentemente procedente de una tribu que floreció y desapareció en un remoto rincón de lo que hoy es Afganistán.
La expedición, a cargo del Centro Francés de Estudios Alejandrinos, encabezado por Jean-Ives Empereur, busca, además, rescatar información de otras ruinas greco-romanas halladas en un área de 20.000 metros cuadrados en la costa de la estratégica ciudad portuaria fundada por
Alejandro el Magno. Empereur declaró hace poco que la expedición entraña "un desafío entre la supervivencia de antigüedades greco-romanas y la ciudadela mameluca, de Qait", cuya renovación en 1980 ha dado a la ciudad una de sus más grandes atracciones turísticas, a la par que la famosa biblioteca antigua.
Con el tesón impuesto por las circunstancias, 20 submarinistas franceses y 10 egipcios Se sumergen a diario para elaborar un inveritario que podría ayudar a descifrar enigmas tan primarios corno la forma misma del faro y del secreto de su potencia. Según la mayoría de los historiadores, el Faro de Alejandría fue construido en el 279 antes de Cristo, durante el reinado de Ptolomeo Il y funcionó durante casi 1.400 años. Loá devastadores terremotos de, 1100 y 1307 causaron el, colapso de la de por sí decaída estructura. Las ruinas fueron aparentemente arrojadas al mar para, al igual que hoy, tratar de proteger la bahía.
Hípótesis
Como en el caso de la mítica Torre de Babel, existen decenas de interpretaciones visuales del faro Y las más dispares hipótesis de su" prodigioso funcionamiento original. Según Clement, la teoría más aceptable es la que planteó el investigador alemán Hermann Tiersch en 1902: El faro de mármol medía 120 metros y reposaba sobre una base cuadrada de granito. La luz que emitía era visible a 55 kilómetros de distancia gracias a un sistema de magnificación con cristales de los que aparentemente ya no existe rastro alguno.
"Lo poco que se sabe es que la llama, que sin duda debió ser enorme, se alimentaba de leña y aceite mediante un mecanismo de abastecimiento que implicaba un constante desfile de burroscisternas", dijo Clement. Entre las teorías sobre el sistema para la elevación del combustible hasta el ápice del faro prima la creencia de que se utilizaba un mecanismo hidráulico, algo que, de ser cierto, convertiría a los alejandrinos en los inventores del ascensor moderno. ?Pero lo más importante ahora es determinar los aspectos físicos del faro y la historia de su construcción... antes de que sea demasiado tarde", dijo Clement.
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