Un pueblo de Soria, modelo de construcción en el Tercer Mundo

La vuelta a la arquitectura tradicional puede ser una solución para los problemas de vivienda en el Tercer Mundo. Los materiales son fáciles de obtener sobre el terreno -se usa, según la zona, madera, piedra o adobe-, baratos y resistentes. Esta idea ha movido a Inter-Acción, una ONG española, a desarrollar proyectos de arquitectura de tierra. Inter-Acción ha reconstruido el pueblo de Navapalos (Soria), para usarlo como centro de investigación de estas edificaciones.

Navapalos es un pueblo de la provincia de Soria cuyas casas de adobe habían quedado abandonadas y semiderruidas en 1965. Tras 15 años de reconstrucción, se ha convertido no sólo en un lugar atractivo para los turistas, sino también en el primer centro experimental de construcción con tierra. Visto desde fuera es una mezcla extraña de pasado y futuro: Placas solares y torres eólicas asoman entre las casas vetustas de tierra."Nuestros planes han cambiado desde que llegamos a Navapalos -cuenta Erhard Rohmer, un arquitecto alemán barbudo y gigantesco que, en 1983, dos años después de haber fundado Inter-Acción, obtuvo para la ONG la propiedad del pueblo-. Al principio, sólo nos interesaba estudiar las posibilidades de la construcción con tierra para solucionar el problema de la vivienda en países que poseen este tipo de recursos, y buscar la forma de abastecerla de electricidad de bajo coste. Pero después nos dimos cuenta de que el proyecto, a pesar de las subvenciones que recibimos, no sería viable si no encontrábamos otra forma de rentabilizar el pueblo".

La forma de rentabilizarlo surgió casi sola. La belleza del pueblo y del paisaje castellano de trigales y riachuelos, de olmedos y sabinales, invitaban a convertirlo en zona turística. "Ofreceremos un lugar de descanso en el que uno pueda aprender a trabajar el barro, a tejer tapices o a fabricar papel reciclado. Hasta ahora hemos celebrado talleres de formación profesional para jóvenes en paro y congresos científicos".

También quieren convertir Navapalos en fundación para impartir cursos sobre tecnología de la construcción en tierra en colaboración con las Universidades.

Todo se andará. De momento, las tareas de reconstrucción siguen, con la ayuda de grupos de trabajo de estudiantes que se relevan cada 15 días.

A la salida del pueblo hay un enorme galpón, el módulo bioclimático. Cada una de sus cuatro paredes está construida con una técnica distinta de trabajo de la madera y el adobe, para ver sus reacciones a los cambios climáticos. "Esta pared, por ejemplo, está diseñada para resistir el frío; así se hace en Perú", comenta Obdulia, voluntaria de Inter-Acción. El armazón es de cañas, y en la parte exterior hay más cantidad de paja que en la interior "para que aísle mejor".

Inter-Acción pertenece desde 1989 a la Coordinadora Española de ONG para el desarrollo. En diversos puntos de Latinoamérica han construído ya más de un centenar de viviendas, y su próximo objetivo es el mundo árabe, donde también se edifica mucho con adobe. "En el Tercer Mundo, más de la mitad de la población vive en casas hechas de tierra. Esta arquitectura hay que revalorizarla. No sólo como patrimonio cultural, sino porque son casas baratas, poco agresivas con el medio ambiente y que se las puede construir la familia misma", sentencia Rohmer.