Ullate estrena un nuevo programa con piezas clásicas y actuales

El coreógrafo y director de su compañía privada, Víctor Ullate, continúa un proceso lento y metódico de trabajo con su compañía, que mañana rendirá un nuevo fruto en el Teatro de Madrid del barrio de La Vaguada. Tras un verano lleno de actuaciones en el extranjero, y regresando a su sede madrileña con el éxito obtenido en el Festival Internacional de Danza de Nervi (Génova) al lado de compañías importantes como el American Ballet Theatre o el English National Ballet, con las que ha sido equiparada por los más solventes críticos de Italia, el maestro zaragozano se pone metas más altas: "Yo sé que el clásico gusta y que no se puede abandonar a su suerte. No sería justo ni para los bailarines, que tienen la necesidad formativa de bailarlo, ni para el público, que lo pide. Yo lo hice a los treinta años y fue fundamental en mi carrera".El nuevo primer programa -que estará en cartel del 17 al 27 de este mes- contiene cinco piezas o fragmentos que serán estrenadas en Madrid: Don Quijote (Pas de deux del tercer acto) de Petipa; Tchaikovsky Pas de Deux de Georges Balanchine; el adagio del segundo acto de El lago de los cisnes y el pas de deux del tercer acto de La bella durmiente, también de Marius Petipa. Para estos montajes Ullate ha contado con el prestigioso maestro y repositor puertorriqueño José Parés y con la primera bailarina cubana Aurora Bosch.

Tres piezas de Ullate completan la velada: Fratres sobre música de Arvo Pärt, Arrayan daraxa con soporte sonoro de Luis Delgado y Voila cest Va, con una banda sonora donde se alternan Ogada, Tagore y Hamza El Din.

Un reto

Según el propio Ullate se trata de adquisiciones fundamentales: "Son pasos a dos clásicos y neoclásicos que no pueden faltar en nuestro repertorio. Si ya en el anterior programa insistimos en estas obras, ahora ampliamos el repertorio y la oferta de la compañía. Es todo un reto, pues los chicos son muy jóvenes y han trabajado arduamente para asimilar estilos diferentes y ofrecer la calidad que nos exigimos siempre", comenta Ullate, que en medio de muchas dificultades económicas, no deja de proyectar nuevos espectáculos."No hay los medios ni las ayudas justas para abordar esos clásicos completos y de compleja producción tanto en lo técnico como en lo musical. Yo insisto en mi idea de montar Giselle este año en el Teatro de La Zarzuela, pero para ello aún necesitamos tiempo y apoyos sólidos, comprometidos y estables".

El coreógrafo ha tenido un contacto con el nuevo gobierno de la Comunidad de Madrid para una colaboración estable que le permitiera trabajar con más tranquilidad: "Ha habido un primer contacto con Ruiz Gallardón del que me he quedado muy, esperanzado. No hemos concretado nada todavía, pero me manifestó que estaba muy interesado en la compañía, en la escuela y en que se montara repertorio clásico. Creo que Ruiz Gallardón ya tiene algunas ideas sobre lo que pasará con la danza en el Teatro Real, pero eso está más lejos".

En un segundo programa del 29 de agosto al 3 de septiembre, Ullate incluye, además de las reposiciones de Tierra madre, de Eduardo Lao, Arraigo y Simun de su propia cosecha, un estreno mundial, Volar hacia la luz, donde se apoya en la Rápsodia española de Ravel: "Es un paso a dos que se inspira en la reciente muerte de mi madre. Ella no salió de una compleja intervención quirúrgica y durante 23 días quedó en coma, hasta que murió. Fueron días en que hubo momentos muy tiernos y hasta de desesperación que coincidieron con el montaje de la pieza".