Cuenta atrás en España

El Gobierno de Felipe González ha emponzoñado a sabiendas un clima político ya casi insostenible al ascender a general a Enrique Rodríguez Galindo. (...) Se sospechaba que los hombres a su mando practicaban la tortura. Pero si se establece su participación en el terrible asesinato de los dos presuntos miembros de ETA Lasa y Zabala, esto pondrá directamente en causa al ex coronel Galindo. Despreciando la indignación de los partidos políticos y la opinión del pueblo vasco (...) y esgrimiendo la presunción de inocencia, el Gobierno sigue, trabajando como si no hubiera pasado nada. (...)Los dirigentes socialistas pueden seguir denunciando la "campaña de odio" de la que son víctimas, subrayar que el PSOE logró siete millones y medió de votos en las últimas elecciones. (...) Pero lo que ya no pueden hacer es seguir agarrándose al ni visto ni cogido. (...) Quizá no se llegue nunca a probar que Felipe González autorizó la guerra sucia contra los terroristas vascos. Pero esto no le exonera de una singular falta de coraje político: bien por no haber, perseguido a los culpables de esos hechos si era contrario, o bien por no haber asumido todos los aspectos de la lucha antiterrorista que creía necesarios. En un artículo publicado en EL PAÍS, Javier. Tusell (...) hace una invitación indirecta a González para que se retire, tanto por el bien de su partido (...) como por el de los electores españoles (...) y, finalmente, por su mismo bien.

7 de agosto