El testimonio de un agente secreto salpica a Hillary Clinton en torno a un suicidio por el 'caso Whitewater'

Un agente del servicio secreto de la Casa Blanca testificó ayer ante el Senado que la principal ayudante de Hillary Clinton, la esposa del presidente norteamericano, sacó documentos de la oficina de Vincent Foster la noche que éste fue hallado muerto en Washington. Foster era un íntimo amigo de los Clinton y un abogado de la presidencia que manejaba información delicada sobre el escándalo Whitewater, y su muerte fue oficialmente atribuida a un suicidio. La jefa de gabinete de la primera dama negó ayer la acusación ante el mismo comité de la Cámara alta.

El relato del policía Henry O'Neill, de servicio en la Casa Blanca en la noche del 20 de julio de 1993, cuando ocurrió el suceso mencionado, es el más comprometedor para el presidente y su esposa escuchado hasta el momento en las audiencias que el Congreso inició la pasada semana sobre Whitewater, un escándalo financiero. en el que los Clinton se vieron envueltos en los años 70.El presidente del comité que lleva a cabo la actual investigación, el senador republicano Alfonse D'Amato, había anunciado un día antes que no tenía intención de llamar a declarar a Hillary Clinton.

Los hechos narrados por el agente habían sido ya anteriormente negados por la Casa Blanca. Según él, la noche en que fue encontrado el cadáver de Foster, Margaret Williams, entró en el despacho del abogado, cogió algunos documentos del archivo y se los llevó a su propio despacho.

"Llevaba carpetas"

La declaración de Henry O'Neill, fue como sigue: "Vi a Maggie Williams salir de la habitación [de Foster] y girar a la, derecha en la dirección en que yo me encontraba. Llevaba con ella lo que yo describiría como carpetas. Las llevaba agarradas abajo, delante de ella, mientras caminaba hacia mí. Se alejó por el pasillo a una distancia de unos seis metros y entró en su oficina. Dejó las carpetas sobre una mesa y regresó a cerrar la puerta".Poco después del agente, Margaret Williams intervino para asegurar que nunca había entrado en el despacho de Foster para coger ningún documento, ni en relación con el escándalo Whitewater ni con ninguna otra cosa. La jefa de Gabinete de Hillary Clinton aseguró que, en la noche del 20 de julio de 1993, sólo acudió a la oficina de Foster en una ocasión, y lo hizo porque vio la luz encendida. Allí encontró, según ha declarado, a otra funcionaria de la Casa Blanca, Patsy Thomasson y al consejero legal de la residencia en ese tiempo, Bernard Nussbaum, quienes le dijeron que buscaban una posible nota de Foster en la que explicase su suicidio. La nota no apareció esa noche sino días más tarde.