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La niña austriaca secuestrada por sus padres permanecerá en Málaga

Un equipo de médicos negocia con los progenitores que se niegan a que la pequeña, enferma de cáncer, sea operada

Olivia Pilhar, la niña austriaca enferma de cáncer secuestrada por sus propios padres para que no fuera operada en Viena, permanecerá en Málaga. Según el acuerdo alcanzado tras más de dos horas de negociación entre los progenitores, el cónsul austriaco, Walter Esten, y un equipo médico especialmente desplazado desde Austria, la menor podrá permanecer con sus padres, bajo control coordinado de los oncólogos del Hospital Clínico de Málaga y de los del centro austriaco donde era tratada. Estos profesionales tendrán que evaluar el tratamiento que deberá recibir, pero por ahora se descarta su ingreso en ningún centro sanitario,

La negativa de Erika y Helmut Pilhar a volver a Viena con su hija dejó a los jueces en una disyuntiva: cumplir con la orden de repatriación del gobierno autríaco y recurrir a la fuerza pública para trasladar a Olivia a su país o no añadir más tensiones a esta dramática historia y dejar que permaneciera en Málaga con su familia. Los Pilhar se convirtieron en prófugos al negarse a someter a Olivia, gravemente enferma de cáncer -un tumor en el riñón y, quizás, metástasis cerebral- a una operación y tratamiento de quimioterapia. Poco después de las seis de la tarde se alcanzó el acuerdo: la niña podía quedarse con sus padres. Se dejaba así en suspenso la orden de repatriación del Ministerio de Justicia de Austria y una resolución de la Junta de Andalucía que un par de horas antes había decretado el desamparo de la menor y encargado la custodia al cónsul.Los padres perdieron la tutela de Olivia luego de que, a mediados de mayo, retiraran a la niña del hospital donde iba a ser tratada por medio de la medicina clásica en la que han declarado no tienen confianza alguna. La culpa de esta negativa la tiene la influencia de un turbio ex médico alemán, Ryke Geerd Hamer, que sostiene que el cáncer se puede curar "liaciendo desaparecer el trauma y el conflicto que lo ha causado". Hamer, que se hospeda en el mismo hotel de Málaga donde fueron localizados el miércoles los Pilhar, acompañó ayer a los padres ante el juez.

Desaparición de Olivia

Tras ser hallados por la policía, los Pilhar fueron citados ante la fiscal de guardia, que dispuso que la menor podía continuar con ellos. Cuando a media mañana de ayer se dispuso una segunda comparencia ante el juzgado de guardia, Olivia ya no estaba. Helmut Pilhar acudió sólo. Tras declarar ante la fiscal y el juez de guardia, el padre decidió revelar dónde estaba la menor. Acompañado por policías de paisano y por el cónsul, Helmut recogió a su hija, a dos hermanos de ésta y a Erika. Olivia -que camina con dificultad y está bastante delgada- llegó a la Audiencia provincial de la mano de sus padres poco después de las tres y media de la tarde.

A esa hora precisamente llegaba al aeropuerto de Málaga, un avión expresamente fletado por el gobierno austríaco con dos médicos y una enfermera para que trasladaran a la niña a Viena. Pero no fue necesario. "El gobierno de Austria no quiere añadir más tensión a esta situación, se hará lo que quieran los padres", declaraba un portavoz de la familia. Esta decisión fue adoptada tras una comunicación telefónica entre el primer ministro austríaco, Franz Branitzky, y la madre de la menor.

Al final, tras otras varias horas de negociaciones -una de los médicos austríacos anunció a la televisión de su país que los padres de Olivia habían accedido a ingresar a la niña en el Hospital Universitario de Málaga, eso sí, bajo la supervisión de Hamer, informa desde Viena, Vivianne Schnitzer.

La justicia de Viena inició la búsqueda de la niña después de que el oncólogo que la atendía, Olaf Jurgenssen, presentara una denuncia contra sus padres, que habían decidido no volver a la clínica porque el tratamiento "mataría" a su hija. Hamer asegura que la evolución de Olivia es positiva gracias su "nueva medicina". Según los médicos de Viena, a Olivia le queda menos de un mes de vida.

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