Representantes de EE UU sugieren a españa que sus tropas sigan en Mostar

Altos funcionarios norteamericanos han sugerido a sus colegas españoles, en diversas reuniones dedicadas a Bosnia-Herzegovina, que en caso de retirada de las fuerzas de las Naciones Unidas (Unprofor) de esa ex república yugoslava el contIngente español permanezca en Mostar, según indican fuentes diplomáticas.La precaria convivencia pacífica entre croatas y musulmanes en la zona de Mostar, donde están desplegados 1.400 cascos azules españoles, es considerada como uno de los pocos éxitos de la ONU en Bosnia. "De ahí que algunos de nuestros aliados piensen que hay que salvar lo salvable", afirma un alto cargo de Asuntos Exteriores. "Por eso sería bueno que se hiciese una excepción en esa región".

"Mostar es tina de las pocas esperanzas que nos quedan", recalcó ayer el ministro español de Exteriores, pero no se hizo eco de esta sugerencia estadounidense. Por eso, a pesar de todo, según Javier Solana, no sólo hay que mantener a las tropas en Mostar, sino en el conjunto de Bosnia.

El jefe de la diplomacia española no entró en la polémica abierta entre París y Londres sobre cómo reaccionar ante el desafío de los serbios, pero de sus declaraciones se deduce que se inclina más bien por las tesis británicas. Solana se desmarca, por ejemplo, del presidente francés, Jacques Chirac, y resalta que es "Muy, muy difícil recuperar el enclave de Srebrenica -arrebatado el martes a la ONU- con las actuales fuerzas sobre el terreno".

Para la diplomacia española, frente a la cautela británica, las amenazas francesas equivalen a "un griterío para apaciguar a una opinión pública escandalizada" todavía más que la española. Peor aún es la actitud de EE UU, cuyo presidente, Bill Clinton, hizo el jueves, según el ministro, "intervenciones más o menos acertadas" en las que llegó a decir que los días de la ONU en Bosnia están contados. A los norteamericanos les es tanto más fácil hablar cuanto que "no han puesto ni un soldado sobre el terreno".

Alinearse con Londres no significa optar por la pasividad. Solana aboga por acelerar el despliegue de la Fuerza de Intervención Rápida (FIR) e incluso preconiza "operaciones militares puntuales", pero no para recuperar los enclaves. España no participa, ni siquiera de forma simbólica, en la FIR porque, según el ministro, se le ha indicado que era preferible que mantuviera sus ocho aviones F18 en Aviano (Italia).