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SOSPECHAS DE CORRUPCIÓN EN INTXAURRONDO

'Santa' trató de comprar al jefe de la guardia Municipal de san Sebastián

J. L. B.En 1990, un año después de que el fiscal Luis Navajas entregara al fiscal general del Estado, Javier Moscoso, el informe en el que se. apunta a José Antonio Santamaría, Santa, como supuesto jefe de una serie de redes de contrabando y narcotráfico, la Guardia Municipal de San Sebastián intervino un alijo de tabaco en el barrio de Igeldo, en la zona conocida como Tximistarri. La descarga cogió de improviso a la policía local y el barco que había traído el cargamento pudo huir. José Antonio Santamaría, el ex jugador de la Real Sociedad propietario de las discotecas KU de San Sebastián e Ibiza, posteriormente asesinado por ETA, era el jefe de esa red.

Según Mikel Gotzon Santamaría, máximo responsable de la Guardia Municipal de la ciudad, los agentes locales intervinieron a instancias de las denuncias efectuadas por los vecinos y tras comprobar que los avisos enviados a la Guardia Civil caían en saco roto.

En la ciudad, mucha gente sabía entonces que el alijo incautado en Igeldo era de Santa, un personaje muy conocido en la ciudad, amigo íntimo de un amigo íntimo del secretario de Organización del PSOE, José María Benegas. Quizá por eso llegó a publicarse como declaración pública del jefe de la Guardia Municipal, Mike1 Gotzon Santamaría, que detrás del asunto estaba "una alta personalidad política de Madrid". El jefe de la Guardia Municipal niega haber pronunciado esta frase, al menos en el contexto de la conferencia de prensa en la que fue situada, pero afirma ahora que Santa trató de sobornarle tras la intervención de Tximistarri.

"Me llegaron bastantes insinuaciones, nada que pudiéramos aportar como prueba de intento de soborno ante la fiscalía, pero lo suficientemente claras", afirma, "como para que no nos quedaran dudas sobre la intencionalidad de tales mensajes". Los mensajes que dice haber recibido entonces por parte de "gentes del grupo de Santa" eran de este tenor: "Nos habéis jodido con lo de Igeldo", "¿Por qué os metéis con el tabaco?", "¿No podemos arreglarlo?", "Decidle a ver cuánto quiere". El responsable de la Guardia Municipal afirma que por esa vía de terceras personas transmitió a Santa que "lo que tuviera que decirle se lo dijera delante del fiscal".

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