La cultura del sufrimiento

"La morfina es idealpara la mayoría de los padecimientos por cancer, pero no actúa sobre los dolores neuropáticos causados por los tumores", afirma Jean Marie Besson, presidente de la IASP (siglas en inglés de Asociación Internacional por la Investigación en Dolor).Besson advierte qué no se trata de encontrar calmantes más potentes, que los hay, sino de fácil administración "porque si para aplicarlos necesitamos tener al lado al anestesista no nos convienen". Afortunadamente, para aquellas situaciones en donde los opiáceos no funcionan la medicina dispone de alternativas no farmacológicas como los tratamientos con- electricidad en la médula o la neurocirugía. Sin embargo, una vez mas, no son las barreras técnicas las que inhiben el avance de las modalidades anestésicas, sino las variantes socioculturales: "Existe en. los países del Mediterráneo un precepto que obliga a aceptar el dolor, a no combatirlo", apunta el doctor Wrobel, "basta con reparar en la esforzada lucha: que tuvieron que dar los anestesistas para generalizar el uso de la anestesia epidural en las parturientas, algo que hoy nos parece normal pero resultaba impensable, quince añosatrás".