Las cajas,a debate

LAS CAJAS de ahorro están en el candelero. La victoria del Partido Popular en las pasadas elecciones locales y a autonómicas ha renovado la atención sobre este. importante sector del sistema bancario. La particular configuración juridica de estas entidades -la ausencia de propietarios expresos, en parte sustituidos por la presencia en sus órganos rectores de representantes de las corporaciones locales, provinciales o regionales- justifica en cierta medida la inquietud. Es la mera presunción en un os casos, el temor en la mayoría, de que las convulsiones políticas acaben afectando a la estabilidad de esas enfidades. A ello han contribuido las declaraciones de algún cualificado responsable del PP acerca de la conveniencia de introducir modificaciones en sus estatutos. La composición y las formas de elección de los órganos rectores, el carácter ejecutivo de sus presidencias, los mecanismos de decisión sobre la asignación de los excedentes destinados a la obra benéfica y social, son algunos de los aspectos cuestionados. El principal está en la preservación o no, de las peculiares relaciones entre su estructura de propiedad y su control. La celebración de la asamblea anual de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) no ha contribuido a despejar las incertidumbres. Entre las conclusiones dadas a conocer en la clausura no hay referencia alguna a estas cuestiones. Esto lleva a ,plantear la capacidad de la propia CECA para abordar con el suficiente grado, de cohesión problemas de naturaleza verdaderamente estratégica que afectan al conjunto de las cajas. La asamblea también ha servido para ilustrar las distintas percepciones que sobre el comportamiento de esas entidades existen entre él Banco de España y el Ministerio de Economía.

Apenas un día después de que el gobernador hubiera advertido sobre el estrechamiento. de los márgenes, la apertura de nuevas oficinas, el crecimiento de la inversión crediticia y los procesos de concentración, el ministro Solbes alentaba la generación de economías de escala mediante fusiones adicionales y el mantenimiento del crecimiento en la inversión crediticia. Algunas de esas recomendaciones resultan tan tópicas como el propio acto en el que se pronuncian, distanciadas en todo caso de una realidad en la que destaca la favorable evolución de la generalidad de estas entidades, su creciente eficacia y la consecución de grados de saneamiento superiores a los del resto del sistema bancario,

Los retos derivados de una más intensa competencia se han, ido asumiendo individualmente o mediante políticas de cooperación específicas que han contribuido a dotarlas de un grado notable de modernización sin poner en peligro la estabilidad del sistema financiero. Hoy las cajas disponenje cuotas de mercado equivalentes a la-,mitad del conjunto del sistema bancario, con una acusada vocación regional en la mayoría de ellas y una participación dominante en la financiación de las familias y pequeñas empresas. Aparte de su muy significativa contribución a la financiación del conjunto de las administraciones públicas.

La solidez de estas entidades exige antes que nada Ja continuidad en la profesionalización que se ha definido en los últimos años. Tratar de interferir con criterios partidistas en decisiones estrictamente empresariales. dentro de un sector tan sensible como el bancario puede generar costosas perturbaciones que acabaríamos pagando todos los, españoles.