La Administración de EE UU explora vías de entendimiento con el régimen de Castro

La Administración norteamericana considera que "Cuba es un país con un gran potencial económico" y una atractiva fuente de inversión para los hombres de negocios de Estados Unidos. Este punto de vista, expresado ayer por un alto funcionario del Gobierno ante una comisión del Congreso, refuerza la impresión de las últimas semanas de que Washington está explorando vías de entendimiento con el régimen de Fidel Castro.Edward Casey, uno de los principales responsables de la política cubana en el Departamento de Estado, dijo ante el subcomité de Comercio de la Cámara de Representantes que EE UU está buscando la forma de conseguir en Cuba una transición pacífica hacia la democracia, y no descartó que eso obligue a un diálogo directo de la Administración con Fidel Castro.

A la pregunta de un congresista sobre si el Gobierno estaba dispuesto a negociar la transición con Castro y su hermano, Raúl Castro, Casey respondió: "Es un asunto abierto el de con quién negociaríamos para conseguir una transición pacífica. No hay un plan detallado que yo pueda explicarles ahora. La transición a la democracia requerirá fundamentalmente la participación del pueblo cubano, no de Estados Unidos".

Edward Casey acudió al Congreso fundamentalmente para defender la idea de que Cuba es un lugar muy interesante desde el punto de vista económico, el mismo argumento que la Administración de Bill Clinton utilizó en su apertura a Vietnam. "El potencial [de Cuba]", dijo, "es tremendo, como lo serían también los beneficios últimos para los norteamericanos y para los cubanos. La isla de Cuba dispone de recursos naturales, que incluyen tierras fértiles, depósitos de minerales ricos, yacimientos de petróleo, excelentes puertos de aguas profundas y bellas atracciones turísticas".

El funcionario norteamericano añadió que la normalización de las relaciones comerciales con Cuba podría canalizarse a través de la Organización Mundial de Comercio. Y mencionó que una Cuba democrática podría obtener el trato de nación más favorecida, como el que tiene ahora China.