La inversión pública este año será del 3,8% del PIB, lejos del 5% fijado

La inversión pública este año quedará muy lejos del objetivo oficial del 5% del producto interior bruto (PIB). Según afirmó ayer el ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, José Borrell, en 1995 ésta representará solamente el 3,8% del PIB debido, fundamentalmente, a la reducción de la inversión por parte de los ayuntamientos y las comunidades autónomas por dificultades presupuestarias, y a la incidencia del periodo electoral. El ministro, que inauguró unas jornadas sobre Financiación de Infraestructura de Transporte organizadas por su departamento y el Instituto de Crédito Oficial (ICO), no quiso especificar el volumen de inversión pública que, a su juicio, habría que fijar en los presupuestos de 1996, aunque sí afirmó que "mantener el esfuerzo inversor debe ser un objetivo irrenunciable".Borrell reconoció que el futuro inmediato de la inversión en infraestructuras plantea muchos interrogantes por la necesidad de reducir el déficit público y la resistencia de la inversión privada a participar en muchos proyectos. Indicó que la financiación pública y privada no deben ser antagonistas sino colaborar para encontrar soluciones imaginativas que satisfagan la demanda de infraestructuras con la cada vez menor disposición de recursos públicos.

El ministro, que dijo que serán las carreteras las que más sufran el recorte presupuestario, se mostró partidario, una vez más, de que los usuarios financien parte de la inversión con peajes, aunque reconoció que es una solución que comporta agravios comparativos y de equidad territorial. Por ello abogó por fórmulas de colaboración en determinados tramos.

A este respecto, indicó que dentro de pocos días se firmará el convenio para el tren de alta velocidad entre Barcelona y Montpellier, que tendrá financiación privada en el túnel de los Pirineos.

Uno de los objetivos irrenunciables de Obras Públicas, será, según el ministro, la conservación de las infraestructuras existentes, que supone 150.000 millones anuales en la red de ferrocarril y unos 100.000 en carreteras.