El líder de la oposición cubana se reúne con Castro con "afecto" y "cordialidad"

El presidente cubano, Fidel Castro, y el ex preso político y líder opositor Eloy Gutiérrez Menoyo, se reunieron la noche del domingo en el transcurso de una recepción ofrecida a varios exiliados que participaron en el seminario Democracia Participativa, que se desarrolló el pasado fin de semana en la ciudad de Cienfuegos. "Tuvimos palabras de cordialidad. Fue un encuentro normal, y nos estrechamos la mano afectuosamente", dijo el ex comandante de la revolución, hoy presidente de Cambio Cubano, y que pasó 22 años en la cárcel por alzarse en armas contra Castro.

Castro y Gutiérrez Menoyo llevaban casi 30 años sin verse. La última vez fue a principios de 1965, poco después de que efectivos de las Milicias Serranas capturasen al ex comandante cerca de Punta Caleta, en plena Sierra Maestra, donde desembarcó con tres amigos armado hasta los dientes el 28 de diciembre de 1964. Gutiérrez Menoyo fue trasladado con los ojos vendados y, cuando esperaba ser fusilado, le quitaron la venda de los ojos y vio a Fidel Castro, sentado. A su lado, de pie, se hallaban Ramiro Valdés, ex ministro del Interior, y Raúl Castro, de Defensa."Gallego [español] ' "yo sabía que tu vendrías y también sabía que te agarraría", le dijo Castro en 1965. Años antes, los dos habían luchado contra la dictadura de Fulgencio Batista, cada uno al frente de sus propias tropas: Castro en la Sierra Maestra y Gutiérrez Menoyo en el macizo del Escambray. Tras pasar 22 años en la cárcel, fue liberado en diciembre de 1986 gracias a las gestiones del presidente del Gobierno español, Felipe González.

"Sí, nos vimos y tuvimos palabras de cordialidad, lo que no significa que haya coincidencias", dijo ayer Gutiérrez Menoyo, al referirse a su reunión con el presidente cubano, 30 años después de ser detenido y encarcelado.

El líder de Cambio Cubano anticipó que, aunque no podía afirmarlo, no quedaba cerrada la puerta para otra reunión con Castro. En su opinión, es todo un símbolo de que dos adversarios se pueden reunir y hablar "de forma pacífica". Gutiérrez Menoyo aseguró que sostuvo dos conversaciones con Roberto Robaina, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, que califico de positivas: "Ahora hay mayor cordialidad que en el primer encuentro, celebrado en Madrid".

El veterano luchador aseguró que le gustaría abrir una delegación de su partido en la isla, y también quedarse a vivir en Cuba y participar en los cambios que se avecinan en el país que ama. "Mi presencia en Cuba representa una esperanza. Hay muchos cubanos en el exilio que no han podido venir aquí todavía", sentenció.

Gutiérrez Menoyo dijo no estar sorprendido por el hecho de que la prensa cubana no haya publicado una línea sobre su visita. "Eso es algo normal. La prensa está controlada y no me la van a poner a mi disposición", ironizó. Pese a ello, mostró su confianza en la voluntad de cambio de las autoridades cubanas, y concluyó: "Mi presencia aquí no es una tarea fácil. Lograr la democratización de Cuba es un camino lleno de espinas. Pero mi presencia es un paso de avance".