Más registros del psiquiátrico de Mallorca a la venta en un baratillo

Una nueva partida de libros de registros de enfermos y documentación administrativa del archivo histórico del hospital Psiquiátrico de Mallorca ha salido otra vez a la venta en un baratillo callejero de Palma de Mallorca. El hecho sucedió a finales del pasado mes de mayo, cinco meses después de que EL PAÍS revelara una anterior dispersión irregular de parte de los fondos documentales de la clínica mental. Entonces se localizaron cinco volúmenes de la época de la guerra civil que aparecieron también en un puesto público de baratijas.Hace tres semanas, un comprador no identificado adquirió al menos un volumen documental manuscrito a precio de saldo, 2.500 pesetas. Se ha confirmado que el libro estaba encuadernado sin portadas y contenía la relación de más de trescientos ciudadanos internados en el hospital Psiquiátrico de Mallorca durante la primera mitad de este siglo. Los responsables médicos del centro y la Consejería de Sanidad de Baleares vienen negando de manera reiterada que se haya desechado parte del archivo clínico del viejo manicomio de Palma, y atribuyeron -hace cinco meses- la pérdida a un expurgo en tiempos del franquismo, en 1973, o a un robo reciente.

El ejemplar más significativo, que apareció en mayo a la venta, y que fue identificado por un especialista bibliófilo, forma parte de las series de libros matriz y registros clínicos del Psiquiátrico. Era un registro de control biográfico y cronológico de las historias clínicas personales de los ingresados en la sección de hombres del manicomio mallorquín.

Venta al trapero

La aparición de papeles sueltos de la clínica abona la tesis mantenida por un coleccionista de que "en el Psiquiátrico limpiaron armarios sin seleccionar y vendieron a un trapero el material a precio de papel viejo". Un médico de la clínica explicó que al menos una habitación que servía de viejo almacén ha sido reformada y se desconoce la ubicación del material que albergaba.El pasado día 5 de abril, la dirección del centro hospitalario negó la desaparición de "material con categoría de archivable", y presentó una denuncia por hurto. El fiscal Ladislao Roig intervino para intentar recuperar los primeros volúmenes que un coleccionista compró, con el fin de preservar los derechos a la intimidad de los enfermos y el secreto que blinda los historiales. La policía Judicial investigó cómo salió del Psiquiátrico y se vendió la primera partida de datos y quién la adquirió. Nada se ha avanzado hasta ahora. La jueza Carmen Abrines mantiene abiertas diligencias sobre el caso.

"La información clínica es sagrada, materia reservada. El asunto fue lamentable bajo todos los aspectos", señaló en un primer momento el consejero balear de Sanidad, Tomeu Cabrer, para quién jamás los "datos y la identidad de los enfermos pierden su carácter privado, confidencial y reservado".