_
_
_
_
_

100.000 personas llenan Central Park para el estreno de 'Pocahontas'

La película de Disney cuenta la historia de una india ecologista

El estreno del largometraje número 33 de los estudios Walt Disney pasará a los libroácomo el más concurrido de la historia del cine. Unas 100.000 personas se concentraron anoche sobre una pradera del Central Park de Nueva York para presenciar la primera proyección pública de Pocahontas, un cuento histórico-ecológico, que se espera sobrepase los 800 millones de dólares que El rey León ha recaudado en todo el mundo.

Estaba previsto que las puertas se abrieran a las tres de la tarde, pero las enormes colas obligaron a adelantar casi media hora el horario previsto. El estreno de Pocahontas se convirtió en una fiesta infantil. Hasta el inicio de la película, muchas personas aprovecharon para comer en el parque o para comprar -las colas superaban en algunos de los tenderetes instalados los 100 metros- gorras, camisetas y pins relacionados con los protagonis tas del filme. Por los altavoces se recordaba constantemente la prohibición de fumar. Las medidas de seguridad eran impresionantes. Había policías.de Nueva York, guardas del propio parque y miembros de seguridad contra tados por Disney.Los invitados a la premiere, que Disney llamó "un Woodstock familiar para los 90", con templaron la proyección al aire libre sobre 11.000 metros cua drados de césped artificial. Cua tro proyectores simultáneos en focaron la película sobre otras tantas pantallas de 36 por 24 metros colocadas a lo largo de la llamada Gran Pradera del Central Park, detrás del Metropolitan Museum.

Una historia real

Pocahontas, un proyecto que se ha desarrollado en los estudios Disney desde hace años, está basada en la historia real de la india nativa americana del mismo nombre que vivió en el Estado de Virginia en el siglo XVII. Aunque la película consta de todos los elementos propios de una producción de esta casa, es posiblemente la que menos se preste a ser considerada una película in fantil, y se ha señalado que funcionaría exactamente igual de haberse hecho con actores y localizaciones reales.

Los largometrajes de la Disney se han calificado de manipuladores, machistas, racistas y dañinos para la mente de los más pequeños, entre otras cosas. A Pocahontas le toca sufrir ahora acusaciones por un lado de querer ser demasiado políticamente correcto y por otro de que su protagonista femenina es una verdadera bomba sexual.

Pero los valores cinematográficos de Pocahontas se encuentran por ahora en un segundo plano, tras la polémica desatada en torno a la venta de Central Park para un montaje publicitario de esta magnitud. Desde principios de junio, se venía levantando en una zona de ese parque una pequeña ciudad con teléfonos y aseos portátiles, coches eléctricos, oficinas y tenderetes diversos. El aspecto de parque de atracciones que ya había adquirido la pradera la semana pasada levantó las iras de los vecinos y algunos medios de comunicación. Los propios guardias de seguridad contratados por Disney se iban a encargar de realizar las tareas de limpieza una vez finafizado el acto. Estaba previsto también que resemillaran el cesped.

Conservación del parque

Aunque ni Walt Disney ni el ayuntamiento de Nueva York lo han hecho público, se estima que los estudios cinematográficos han pagado al segundo un millón de dólares, de los cuales una tercera parte ha ido a parar a la sociedad encargada de la conservación del parque. La presencia de Disney en Nueva York es un factor determinante en el lavado de cara capitaneado por el alcalde Rudolph Giuliani, y los estudios acaban de firmar un contrato multimillonario para contribuir a la renovación de la céntrica y deteriorada zona de Times Square. Giuliani no ha dudado un segundo en convertir el parque público en un recinto privado, no accesible al público más que por invitación, y se dice además que una buena parte de sus concejales se llevaron un buen número de ellas.

Las entradas para la polémica premiere de Pocahontas se asignaron en un día mediante una lotería popular de la que nadie parece haber oído ni una palabra. Lo cierto es que sin ciudadanos cabreados, el acontecimiento no tendría un verdadero carácter neoyorquino.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_