Chirac exige a los militares franceses mayor autonomía respecto de la ONU

La guerra en Bosnia ha provocado la primera crisis interna grave del flamante Gobierno del presidente Chirac. Todo parece indicar que el almirante Lanxade, jefe del Estado Mayor, presentó su dimisión ante las críticas de que fue objeto, por parte de Chirac, por su dirección de las tropas francesas en Bosnia. El presidente le reprochó el no haber cuestionado las directrices de la ONU que han permitido a los "terroristas serbios apoderarse de las armas y los uniformes de nuestros soldados". Chirac, que es coronel en la reserva, criticó la laxitud" de una disciplina que "deja a los cascos azules aislados y expuestos a todo".

Lanxade no quiso confirmar después en declaraciones a la radio si realmente presentó la dimisión, pero sí admitió que había tenido que preguntarse "si ya no gozaba de la confianza del presidente", aunque luego añadió que la situación en Yugoslavia es tensa y es ésa la razón por la que todo el mundo se expresa con franqueza. Hoy existe un gran consenso entre nosotros". El almirante, que ha sido el hombre de confianza de Balladur durante dos años, calificó en privado de "inadmisibles" las palabras de Chirac.Pero la irritación chiraquiana contra Lanxade tiene un alcance mucho más amplio. El líder francés no perdona a la ONU su ineficacia militar y el hecho de que los últimos bombardeos aéreos se ordenasen sin el acuerdo del Gobierno francés. Tampoco acepta que los norteamericanos presionen a la ONU para que realice dichos bombardeos, cuando EE, UU no tiene ningún hombre sobre el terreno. Chirac sospecha de la diplomacia estadounidense, que aborda su actuación en Bosnia dentro de un contexto que incluye el apoyo a Yeltsin o el mejorar su imagen dentro del mundo árabe.

El líder francés y su primer ministro, Alain Juppé, no han dejado de amenazar a su vez con una retirada de los cascos azules, sabedores de que agravaría mucho la crisis en los Balcanes. De ahí que ahora Chirac proponga, conjuntamente con los británicos, la creación de una Brigada de Acción Rápida (BAR), integrada por 4.000 hombres y en disposición de intervenir de inmediato cuando los cascos azules o su misión corra peligro.

Dicha BAR deberá poder utilizar los medios que considere necesarios en cada caso y estará bajo las órdenes directas de los generales Janvier y Smith, los militares francés y británico que, en nombre de la ONU, tienen el mando en Bosnia, pero no dependen del enviado de Naciones Unidas para la antigua Yugolasvia, Yasushi Akashi, y de la burocrática cadena de mando que le une al secretariado general de la ONU.

Hoy sábado se reunirán en París los 16 ministros de Defensa de la OTAN y de la UE, y e tema de la creación de est BAR y de la actitud a adopta ante la guerra en los Balcanes será el punto central del orden del día.

Por otra parte, la Casa Blanca fue acusada ayer de favorecer los intereses de los musulmanes bosnios en el conflicto de la ex Yugoslavia por uno de los principales diarios británicos, informa Lola Galán. En una amplia información de primera página, el periódico conservador The Daily Telegraph, el de mayor tirada entre los rotativos de calidad, se hacía eco de la "creciente preocupación en las capitales europeas porque sectores pro-musulmanes en Washington, incluyendo agentes de la CIA, están promoviendo la causa musulmana en Bosnia aun a riesgo de extender la guerra".

Según el diario, los lazos que existen entre asesores militare de EE UU y el Gobierno bosnio parecen ser "más sólidos de lo que se ha llegado a revelar". The Daily Telegraph denuncia citando fuentes del mando militar de la ONU en la zona de conflicto, que "agencias de EE UU han estado envueltas en operaciones encubiertas de asistencia a las fuerzas del Gobierno bosnio". Un ejemplo de esta actividad soterrada se produjo, según el diario, en febrero pasado cuando "varios miembros de las fuerzas de protección de la ONU, con base en Tuzla, informaron haber escuchado aterrizar a un avión de transporte Hércules C-130 en el aeropuerto".