Los Serbios derriban un 'caza` F-16 norteamericano

Dos días después de que el presidente Bill Clinton autorizase la intervención de fuerzas terrestres en Bosnia, las milicias serbias derribaron ayer un avión norteamericano que patrullaba el noroeste de ese territorio en una misión de la OTAN. Esta acción militar, que implica directamente a EE UU en un conflicto del que ha tratado de permanecer al margen, encuentra a Washington y a sus aliados europeos con las manos atadas para responder sin poner en peligro las vidas de los rehenes en poder de los serbios. Fuerzas de la OTAN pusieron en marcha de inmediato una misión de rescate para tratar de localizar al piloto del aparato derribado, un F-16, quien, de no haber sobrevivido, sería la primera víctima mortal norteamericana en este conflicto.[

El líder serbobosnio, Radovan Karadzic, admitió ayer implícitamente que habían abatido un F-16 de la OTAN, que violaba el espacio aéreo de la autoproclamada "república serbia" de Bosnia, informa France Presse.]El presidente Bill Clinton convocó una reunión con sus principales asesores de seguridad para estudiar una reacción adecuada las difíciles circunstancias actuales en Bosnia. El portavoz de la Casa Blanca, Michael McCurry, dijo que el presidente estaba siguiendo atentamente la situación, sin ofrecer más datos. "En este momento no vamos a especular ni sobre el incidente ni sobre nada de lo que podría ocurrir, particularmente en un momento en que está en marcha una misión de búsqueda y rescate", declaró McCurry. Luego, el presidente hizo una muy breve declaración en la que, tras mostrarse "muy preocupado" por la suerte del piloto, dijo: "Nuestra política sobre Bosnia se mantiene firme". Dijo también haber hablado con el presidente francés, Jacques Chirac.

Los detalles exactos del suceso no eran del todo conocidos a última hora de la tarde. Un portavoz de la OTAN en Nápoles, Jim Mitchell, informó que el avión se encontraba en una de las misiones de patrulla de las que habitualmente se llevan a cabo para vigilar las zonas de exclusión aérea y como apoyo a los cascos azules. El F-16 iba acompañado por otro que no sufrió daño alguno. Otras fuentes no oficiales añadieron que el incidente ocurrió alrededor de las 15.00 horas en el área de la ciudad de Banja Luka, al noroeste de Bosnia, y que el avión fue derribado cuando volaba a unos 6.000 metros de altura por el impacto de un misil tierra-aire. Al parecer se trataba de un Sam 6, de fabricación soviética, arma antiaérea con la que los serbios han reforzado la zona de Banja Luka. Normalmente el tipo de aparato derribado suele ir tripulado por una sola persona.

El año pasado, un Harrier

Este es el segundo avión extranjero derribado en Bosnia, en los dos años y medio de guerra. El anterior fue un Harrier británico abatido en abril de 1994 sobre la ciudad de Gorazde. En aquella ocasión, el piloto consiguió saltar en paracaídas y salvar la vida. Otros aparatos aliados han sido atacados y alcanzados con anterioridad, pero siempre habían vuelto a sus bases. El avión derribado ayer tenía su base en Aviano (Italia).El Pentágono no ofreció ayer datos sobre la misión de rescate en marcha ni sobre las tropas que componen, esa operación, aunque fuentes no oficiales citadas por la cadena CNN dijeron que Estados Unidos está tratando de encontrar al piloto, en el caso de que éste haya sobrevivido, antes de que lleguen las fuerzas serbias. Esas mismas fuentes añadieron que en el rescate podrían participar helicópteros norteamericanos de los que esperaban órdenes en una flotilla situada

desde hace días en el Adriático. Un portavoz de los cascos azules, el teniente coronel Gary Coward, indicó que la ONU no tiene fuerzas militares en la parte de Bosnia en que fue abatido el F-16.

Este incidente ha despertado especulaciones de que Estados Unidos podría acelerar, como consecuencia la participación de sus fuerzas terrestres en determinadas misiones en Bosnia. El presidente Clinton se reunió anoche para tratar ese punto con su consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, el secretario de Defensa, William Perry, y el jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas norteamericanas, John Shalikashvili. Estos dos últimos se trasladan hoy a París para participar en una reunión con sus aliados europeos con el propósito de coordinar la forma de participación militar de Estados Unidos. A propósito de esta cita, McCurry manifestó que no cabe esperar decisiones definitivas ni drásticas, porque todo depende del Consejo de Seguridad de la ONU sobre cómo debe desarrollar sus funciones Unprofor.

La Administración norteamericana, que había defendido siempre los ataques aéreos contra los serbios no puede ahora insistir en esa propuesta para no poner en peligro a los rehenes en manos de los serbios.

El representante del Gobierno bosnio en las Naciones Unidas, Muhamed Sacirbey, dijo ayer que el derribo es precisamente consecuencia de la timidez de la comunidad internacional en el uso de su fuerza aérea. Sacirbey informó que la OTAN y la ONU sabían de la existencia de baterías antiaéreas en la zona del incidente de ayer.

El derribo de uno de sus aviones es, en cierta medida, una sorpresa para el Pentágono, que nunca se había referido a ese como uno de los principales riesgos de una intervención en Bosnia. Los expertos

militares norteamericanos habían mencionado el peligro que representaba el despliegue de helicópteros, pero consideraban la misiones de aviones como básicamente seguras, dadas sus características.