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La intervención concertada de 11 bancos centrales evita un nuevo derrumbe del dólar

La Reserva Federal y los bancos centrales de 10 países industrializados intervinieron en los mercados para respaldar al dólar, "de acuerdo con los objetivos de tipos de cambio del G-7 establecidos en el pasado 25 de abril", señaló Robert Rubin, secretario del Tesoro. El objetivo se cumplió y el dólar subió de 1,38 marcos a 1,41 y de 82,64 yenes a 85 yenes. La debilidad del marco fue aprovechada por la peseta, que se apreció hasta 86,50 unidades. Esta acción concertada arrastró a la Bolsa de Nueva York, que cerró con un espectacular aumento de 86,46 puntos.

Los bancos centrales de Japón y Alemania, secundados por los de Francia, Reino Unido, Italia, Holanda, Bélgica, Suecia, Suiza y Canadá se unieron a la labor de rescate de la Reserva Federal para reanimar al dólar, que ha perdido en lo que va de año un 20% ante el yen y un 15% frente al marco.Los mercados entendieron que existe una preocupación real sobre el tipo de cambio del dólar y que las intervenciones de ayer, acordadas en la reunión del G-7 de la que se creyó que apenas se habían adoptado compromisos concretos, tratan de estabilizar el dólar. Rubin afirmó en un comunicado que Estados Unidos está dispuesto a intervenir de nuevo en los mercados si lo estima conveniente. La intervención de los demás bancos centrales apoyaría la tesis de una preocupación extendida en otros países, especialmente Japón y Alemania, que empiezan a tener problemas por la apreciación de sus divisas.

La economía norteamericana se desinfla y el dólar necesita ayuda oficial para reflotar. La cifra revisada de crecimiento del primer trimestre de 1995 se ha ajustado al 2,7%, cuando la primera estimación fue del 2,8% y en Wall Street se estaba esperando una revisión al alza. Hay señales que indican que el "aterrizaje suave" que las autoridades monetarias pretendían aplicar al recalentamiento de 1994 podría convertirse en un frenazo brusco de consecuencias imprevisibles. Sensible a estos nubarrones en el horizonte y a las oscuras perspectivas del conflicto comercial entre EEUU y Japón, el dólar cayó ayer hasta niveles que provocaron la intervención oficial para sostener la divisa.

Aterrizaje suave

En este panorama, la revisión de las cifras de crecimiento del primer trimestre del año cayó como una ducha de agua helada, al revelar una rebaja inesperada, hasta el 2,7%, cuando en Wall Street se estaba apostando por una rectificación al alza de la estimación inicial del 2,8% y que fuera superior al 3%. El contraste del crecimiento del PIB del primer trimestre de 199 5 con el 5, 1 % del último trimestre de 1994 sugiere que la actividad económica global está sufriendo un parón más serio de lo que pretendía la Reserva Federal, que trató, de enfriar la economía elevando siete veces en un año los tipos de interés. En el informe se revisa también, al alza, la cifra de inflación, que pasa del 3,1% al 3,3%, el incremento más elevado en el transcurso de los últimos dos años.Desestimando las opiniones de los que creen que el celo de la Reserva Federal para prevenir la inflación ha matado la recuperación económica, Lawrence Lindsey, uno de los gobernadores de la institución, aseguró el martes que el enfriamiento no es excesivamente brusco y que los consumidores van a seguir reduciendo a corto plazo sus gastos para profundizar en el ahorro.

La previsión se cumple a rajatabla en un índice tan importante para el conjunto de la actividad económica como el de la venta de casas nuevas, que ha caído en picado. Según los datos del mes de abril, el volumen de viviendas terminadas sin vender es el más elevado de los últimos cinco años.

Las dudas sobre el grado de congelación del crecimiento, además de proyectar sombras pesimistas en Wall Street, no contribuyen a respaldar la moneda. La caída del dólar interrumpe el proceso de recuperación en el que se encontraba la economía estadounidense, respaldado por los avances del Congreso en la elaboración de planes para eliminar el déficit presupuestario, una de las razones que explican la debilidad de la divisa en el exterior.

Otro elemento negativo que perjudica al dólar es la ausencia de señales de compromiso entre Tokio y Washington sobre el conflicto comercial centrado en los automóviles. A la espera de la entrevista de mediados de junio en Halifax, en la reunión del G-7, entre el presidente Clinton y el primer ministro japonés Murayama, Japón parece decidido a no ceder a las demandas norteamericanas de apertura del mercado. Si no hay acuerdo, las sanciones anunciadas por EE UU entrarán en vigor el próximo 28 de junio.

La UE quiere participar

La Unión Europea solicitó ayer en el Consejo General de la Organización Mundial de Comercio participar en las consultas que deben celebrar Estados Unidos y Japón para tratar de resolver el contencioso que les separa en el mercado del automóvil y de los recambios. Esta solicitud debe ser aprobada, aunque no existe plazo para ello, por el miembro de la Organización Mundial de Comercio al que va dirigida, en este caso Estados Unidos, informa Ana Fernández.

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