_
_
_
_

Isla de Pascua restaura un centro ceremonial con 15 'moais'

Después de dos años de trabajo, en el mayor proyecto arqueológico realizado en Chile, en Isla de Pascua fue inaugurado el ahu (centro ceremonial), Tongariki, sobre el cual se yerguen 15 moais (gigantes de piedra), destruido por un tsunami (una ola gigante) en 1960. La ceremonia, realizada la semana pasada en la isla, situada a 4.000 kilómetros de Chile continental, coincidió con otros dos motivos de celebración: la reintroducción del toromiro, un árbol autóctono extinguido en Pascua, y el primer encuentro de culturas polinésicas.La restauración del ahu tuvo un coste de un millón de dólares, financiado en su mayor parte por empresas japonesas. La tecnología respetó la tradición: los 15 moais de Tongariki fueron armados como piezas de un rompecabezas, pegando las piedras e instalando en el centro, para sostenerlos, una columna vertebral metálica.

Todos los moais de Pascua están erguidos de espaldas al océano. Fueron levantados mirando hacia el interior para que su vigor manara hacia los isleños. Se estima que en la isla hay cerca de 900 de estos gigantes pétreos, cuya altura varía de cuatro a diez metros. Bajo ellos, los pascuenses sepultaban a sus muertos. Los más antiguos datan del 800 a 900 antes de Cristo, y muchos fueron destruidos durante las guerras tribales a mediados de este milenio.

En la ceremonia inaugural del ahu, el líder del consejo de ancianos de Pascua y ex alcalde, Alberto Hotus, advirtió que "golpeará todas las puertas" para obtener los recursos que permitan levantar un costado del ahu, aún destruido.

170 toromiros

Días antes, en la bodega de un avión llegó un curioso cargamento a la isla: 170 toromiros de unos 20 centímetros de altura. En 1988, un científico alemán, Wolfram Lobin, descubrió semillas de este árbol en el Jardín Botánico de Bonn. Lobin había estado en Pascua el año anterior y sabía que este árbol estaba extinguido en la isla. Con paciencia, logró reproducir 140 semillas originales. Viajó con 30 toromiros a Chile y los otros 140, que son especies de micropropagación, genéticamente similares y más sencillas de reproducir, los trajo desde el Jardín Botánico de Gotemburgo.

Las pascuenses utilizaron este árbol para hacer tallas y las tablas en las que escribían su historia. La tala indiscriminada y la sobrepoblación de ovejas, que comían las hojas del toromiro, fueron determinantes en su extinción. Ahora, después de una etapa de cuarentena, los árboles serán plantados.

Representantes de tres archipiélagos polinésicos -Tahiti, Nueva Zelanda y Las Marquesas- se reunieron con los pascuenses en el primer encuentro de estas culturas, destinado a revitalizar sus valores tradicionales. Separados por el océano Pacífico, el encuentro de estos pueblos de origen polinésico es inédito.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_