13 observadores de la ONU, rehenes de los serbios

Al menos 13 observadores militares de la ONU, entre ellos un español, así como 89 cascos azules, de los que 78 son franceses y 11 ucranios, cayeron ayer prisioneros de los serbios de Bosnia, quienes les están utilizando, como escudos humanos para impedir los ataques aéreos de la OTAN. El rehén español es el capitán de Infantería de Marina José Antonio Romero Huelin, de 29 años, destinado en la Escuela de San Fernando (Cádiz), que se incorporó el pasado 12 de febrero a la Misión de Observación de Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia. Por otro lado, Francia amenaza con retirar sus tropas de la zona a menos que haya una nueva política y que se otorgue un nuevo mandato al contingente de la ONU.

El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, informó ayer en una breve reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad que el presidente francés, Jacques Chirac, le había comunicado en términos rotundos que retirará su contingente de tropas de Bosnia a menos que se establezca una "nueva política" y se otorgue un mandato distinto a la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor).Seis de los observadores militares retenidos ayer fueron exhibidos por la televisión de Pale esposados y encadenados. Dos cazas F-18 españoles participaron ayer, por segundo día consecutivo, en un bombardeo contra depósitos de armas en Pale. Otro ataque fue abortado.

El chantaje de los serbobosnios parece haber dado resultado, ya que la OTAN abortó un tercer ataque preparado para primera hora de la tarde de ayer cuando ya estaba en marcha, hasta el punto de que el ministro de Defensa español, Julián García Vargas, lo dio por hecho en una conferencia de prensa que estaba celebrando.

El bombardeo de la OTAN, sobre las 10.30 de la mañana, se produjo Antes de que, a mediodía, expirase el ultimátum de la ONU para la retirada de las armas pesadas a más de 20 kilómetros de Sarajevo y después de que los serbios atacasen el jueves por la noche Tuzla, una de las ciudades declaradas seguras por Naciones Unidas. Hubo al menos 66 muertos y 160 heridos.

El desafio serbio a la comunidad internacional, imitación del que realizó Sadam Hussein durante la guerra del Golfo, llegó ayer a un grado de máxima tensión con la exhibición, a través de la televisión local, de observadores militares esposados a puentes y objetivos estratégicos de Pale, que ha sido blanco de los ataques de la OTAN.

Fuentes de la ONU en Nueva York confirmaron que los rehenes en Pale son un español, dos rusos, un canadiense, dos checos, un noruego, un polaco y un ghanés. En otra acción, 78 soldados franceses y 11 ucranios fueron apresados en Poljine, cerca de Sarajevo. En total, España cuenta con 19 observadores militares desarmados en la zona y la ONU, con un total de 670. Además, en Bosnia-Herzegovina hay 24.000 cascos azules desplegados, 1.400 de ellos españoles.

Sin novedad

El Ministerio de Defensa aseguró ayer en un comunicado que el resto de los observadores militares españoles en la zona continúa desempeñando sin novedad la misión que le ha sido asignada".

Añadía que la retención de observadores por los serbios ha ocurrido en anteriores ocasiones "y se ha solucionado siempre favorablemente". En diciembre pasado, el también capitán de Infanteria de Marina Alfredo Carlos Chamorro fue retenido en el aeropuerto de Banja Luka durante unos días.

El Gobierno español ha realizado gestiones a través de sus embajadas en Moscú y Belgrado para transmitir a los gobiernos de Rusia y Serbia, los más próximos a las autoridades serbias de Pale, su "preocupación" por la seguridad de los observadores militares y, en particular, del capitán Romero.

Según fuentes del Ministerio de Exteriores, se ha expresado "repulsa" por un comportamiento que conculca la Convención de Ginebra, que prohíbe el trato humillante a los prisioneros. Las gestiones se han encargado al embajador en Zagreb, donde se encuentra el cuartel general de Unprofor, las fuerzas de la ONU en la antigua Yugoslavia.

lmágenes en la televisión

La televisión de los serbios de Bosnia mostró primero a tres de los observadores: un checo, un ruso y un canadiense. Dos de ellos estaban encadenados a un poste y el tercero, esposado a la puerta de un bunker. El canadiense dijo ante la cámara que "los serbios han amenazado con matar a un observador militar por cada bomba de la OTAN que estalle en su territorio".

En una segunda emisión, la televisión serbia presentó a otros tres rehenes, uno de los cuales se expresó en inglés y dijo que era de nacionalidad española. Resultó ser el capitán José Antonio Romero, esposado junto al observador ghanés, quien declaró: "No hemos tenido ningún problema hasta ahora".

Los rehenes carecían de chaleco antibalas cuando fueron filmados. Las declaraciones del ghanés no podían entenderse bien y, según la televisión serbia, declaró: "Hemos visto aviones de la OTAN bombardear objetivos civiles ( ... ); hemos visto víctimas civiles ( ... ) Es un acto criminal contra la humanidad. Nos oponemos a las decisiones criminales [del general] Ruppert Smith [jefe de los cascos azules en Bosnia], porque nuestras vidas corren peligro".

Además de estos nueve rehenes, utilizados cómo escudos humanos en Pale, la capital de la autoproclamada República Serbia de Bosnia, los serbobosnios mantienen como prisioneros a otros cuatro observadores en la localidad de Vogosca (un danés, un ruso, un canadiense y un finlandés), lo que eleva a un total de 13 el número de miembros de la ONU capturados, según Naciones Unidas.

El almirante Leighton Smith, comandante en jefe de la OTAN del sur de Europa, cuyo cuartel general se encuentra en Nápoles, confirmó ayer que 12 aviones de la Alianza participaron por la mañana en un segundo ataque contra un depósito de municiones cerca de Pale. El criterio para seleccionar el objetivo fue el mismo utilizado el jueves; es decir, que llevase consigo un riesgo mínimo de alcanzar zonas habitadas.