Mostar, la trampa de los "cascos azules", españoles

FRANCESC RELEA Los cascos azules desplegados en a zona de Mostar, al suroeste de Bosnia-Herzegovina, son los que corren el mayor peligro de todo el contingente español en la antigua Yugoslavia en caso de una represalia de las fuerzas serbias a causa de los bombardeos de la OTAN. Como primera medida de precaución, las tropas españolas han restringido sus movimientos a lo largo de la ruta del Neretva.

Esta vía comunica la costa dálmata croata con Sarajevo y por ella transitan muchos convoyes de ayuda humanitaria con destino a la población bosnia. Las posiciones serbias en las montañas del valle del Neretva se hallan en algunos puntos a escasos kilómetros de la carretera.

En Mostar, por ejemplo, las posiciones serbias más próximas están a tres kilómetros, lo que coloca en blancos vulnerables tanto a la compañía de cascos azules españoles (120 hombres) que se halla en Mostar oeste -controlado por los croatas- como a las dos compañías (240 hombres) en Mostar este -mayoría musulmana-.

La Agrupación Galicia, sexto contingente español en la ex Yugoslavia, que llegó a Bosnia el mes pasado, continúa en alerta verde, situación habitual en una zona de guerra. Las tropas españolas están desplegadas en cinco destacamentos al suroeste de Bosnia. En MedJugorje -cuartel general de la agrupación, con 300 hombres- se encuentra la plana mayor, la compañía de transmisiones, la unidad de operaciones especiales y el escuadrón de Caballería. En Dracevo, junto a la frontera con Croacia, está la base principal del batallón Pontevedra, la compañía de zapadores y una unidad de apoyo logístico. En total, 560 hombres.

Al norte de la capital de Herzegovina, en Bijela, hay desplegada una sección de Caballería, que se encarga de controlar el tráfico y proteger a los convoyes de ayuda humanitaria que cruzan en este punto el río Neretva. En la base de Unprofor de Divulje (junto al aeropuerto de Split) se encuentra una unidad española de apoyo logístico, de la que forman parte 180 hombres.

El Gobierno español ha reiterado que en ningún caso se aprobará una retirada unilateral de los cascos azules desplegados en Bosnia. Sólo se adoptará tal decisión de común acuerdo con los países europeos que tienen un mayor número de soldados en Bosnia, concretamente, Francia y el Reino Unido. Al margen del riesgo que entraña la retirada de los cascos azules, buena parte de ellos corren serio peligro ante posibles ataques de las fuerzas serbias. El contingente francés (5.800 hombres), concentrado esencialmente en Sarajevo, es de los más expuestos, como lo demuestra el elevado número de víctimas (36) que ha sufrido. Los británicos (3.500), desplegados en su mayoría en Bosnia central, están en una zona de alto riesgo en la que la amenaza no proviene sólo de los serbios, sino de las fuerzas bosnias y croatas, que han protagonizado encarnizados combates.

"Zonas de seguridad"

Las denominadas zonas de seguridad son, en realidad, zonas de máximo peligro, a la luz de los repetidos bombardeos lanzados por las fuerzas serbias. Por ello, Sarajevo (dos batallones franceses), Bihac (batallón malaisio), Tuzla (batallón nórdico) y los tres enclaves de Bosnia oriental -Srebrenica, Gorazde y Zepa- pueden ser auténticas trampas mortales para las fuerzas de las Naciones Unidas.

Srebrenica fue declarada zona de seguridad por la ONU cuando parecía inminente su caída en poder de las milicias serbias. Junto al río Drina, frontera entre Bosnia y Serbia, el enclave fue desmilitarizado. Está habitado por 44.000 personas, 22.000 de ellos refugiados. Hay un batallón de 1.200 soldados holandeses.

Gorazde, a 70 kilómetros al este de Sarajevo, en el Drina, forma un enclave de 200 kilómetros cuadrados. En abril de 1994, a raíz del primer ultimátum de la OTAN, la ONU impuso una zona de exclusión de armas pesadas de 20 kilómetros. En la ciudad viven unas 65.000 personas. Hay un contingente de cascos azules británicos.

Zepa es una pequeña localidad de Bosnia oriental, cerca de la frontera entre Bosnia y Serbia, enclavada al fondo de un valle de acceso difícil. Unas 40.000 personas viven en el enclave. Un pequeño contingente de soldados ucranios de la ONU está desplegado en Zepa.