Libreros y editores confían en superar las ventas del año pasado en la Feria del Libro
La inauguración, sin los Reyes, se convirtió en un rifirrafe electoral entre PP y PSOE
AMELIA CASTILLA Las alumnas de octavo del colegio de la Inmaculada Concepción, con su blusa blanca y su falda de tablas azul, empezaron a gritar cuando vieron llegar al alcalde. José María Álvarez del Manzano se fue hacia ellas y les tendió la mano. El presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, menos popular entre las colegialas, esperaba paciente la llegada del infante Carlos de Borbón Dos Sicilias, que, en, ausencia de los Reyes, presidió ayer la inauguración de la Feria del Libro de Madrid, en la que libreros y editor es esperan superar los 836 millones recaudados en el año anterior.
Dos pasodobles interpretados por la banda de la Policía Municipal, Fiesta española y Martín García, acompañaron el tradicional corte de la cinta que da por inaugurada la feria en la que se reúnen todos los sectores del mundo del libro: lectores, escritores, libreros y editores. Unos y otros coincidieron ayer ,en que sin la presencia de los Reyes la inauguración de la Feria del Libro de Madrid no era lo mismo. Joaquín Leguina, Álvarez del Manzano y la directora de la feria, Rosario Albarrán, acompañaron al duque de Calabria y a su esposa, Ana de Francia, durante el recorrido por los 455 expositores que hasta el próximo 11 de junio estarán en el paseo de Coches del Retiro. El infante y su esposa tuvieron también un recuerdo para la Reina; en la primera caseta que se detuvieron compraron un libro de cocina vegetariana para doña Sofía y El libro del popurri (un manual sobre las flores secas que se utilizan para decoración) para ellos.La ministra de Cultura, Carmen Alborch, se incorporó a la comitiva con media hora de retraso. "No he podido llegar antes. Estaba en un atasco en la Gran Vía. Este alcalde tiene la ciudad colapsada", aseguró la ministra. Y no fue la única en lanzar dardos aprovechando las últimas horas de la campaña electoral. La inauguración se convirtió en un rifirrafe entre Manzano y Leguina. Nada más empezar el recorrido se escuchó con claridad a un librero que le gritaba al alcalde: "Ánimo, don José María, que ya son nuestros".Leguina, que había tenido unas palabras con la concejal de Cultura, Esperanza Aguirre, quien le reprochó que hubiera caído en las descalificaciones personales, aceptó con una sonrisa el libro que Álvarez del Manzano compró para él: Lo que las mujeres tienen que decir, una edición de bolsillo de Mario Muchnik. El presidente lo abrió y buscó una cita. "Mira", le dijo al alcalde, "dice Agata Christie que lo que le gusta a la gente son las catástrofes".Carmen Alborch, que aprovechó su visita a la feria para comprar la última obra de Fanny Rubio, La casa del halcón, animó a los, madrileños a que visiten la muestra y compren muchos libros. "Hay que batir el récord del año pasado, establecido en más de dos millones de visitantes. No en vano España es la segunda industria editorial de Europa". Sobre los libros electrónicos, presentes por primera vez en la feria, la ministra aseguró que es otra manera de entrar en la literatura y que está a favor de los nuevos soportes, aunque ella no sea usuaria de ordenadores.Finalizada la inauguración, grupos de niños, muchos ataviados con las caretas que regalaba una editorial, recorrían veloces las casetas en busca de pegatinas o separalibros. José Antonio Velázquez, distribuidor de Espasa Calpe, expresaba así su principal crítica a esta muestra: "Novedades hay muy pocas. Deberíamos hablar de actualizaciones y suplementos nuevos, pero nunca de novedades. Los editores no quieren arriesgarse". Velázquez expresó también su opinión contraria a la participación de libreros de distintos puntos de España en un feria que, a su juicio, debería ser madrileña.
Ana Gabín, de Planeta, no compartía esas críticas. "La feria es un escaparate de excepción. Para nosoros es buena porque se vende mucho, y para el público es interesante porque pueden encontrar la producción total de las editoriales".
Hoy y mañana -el horario en días laborables es de 11 a 14 y de 17 a 21. Sábados y domingos de 11 a 15 y de 16.30 a 22 horas- la feria contará con una participación masiva de los autores. Javier Marías, Vizcaíno Casas y Antonio Gala, entre otros, firmarán ejemplares.
Babelia
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