Cuiña asegura que se autodenunciará ante el fiscal.
"Mi actuación está avalada por los servicios jurídicos de la Xunta", declaró ayer a este periódico Xosé Cuiña a propósito de la intervención de las empresas de su familia en obras de la Xunta. El consejero explicó que nada más entrar en el Gobierno gallego requirió a la asesoría jurídica de la Xunta y a un abogado ajeno a la Administración para que emitiesen sendos informes sobre la hipotética incompatibilidad entre los negocios familiares y el cargo público. "Como estoy seguro de haber actuado correctamente, me autodenunciará ante la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Galicia", anunció.
El dictamen jurídico encargado por Cuiña a los servicios de la Xunta, facilitado por él mismo a este diario, señala que en el ámbito de la contratación pública de las comunidades "no existe actualmente una prohibición legal expresa que imposibilite, por incompatibilidad, que los parientes de un alto cargo puedan contratar o subcontratar con la Administración de la aquél forma parte por elección".
Dictamen en la caja fuerte
"Estos documentos, han estado guardados desde mi toma de posesión en una caja fuerte", dijo Cuiña. "No los conoce ni el presidente Fraga. Es la primera vez que los hago públicos". El consejero señaló que, a pesar de ampararle la ley, se reunió con su familia y decidió evitar cualquier subcontrata en obras de su consejería.
"Yo mismo indiqué a mis hermanos que se abstuviesén de suministrar material para cualquier obra relacionada con el departamento que dirijo", afirmó Cuiña.. "De hecho, durante mi mandato la Xunta ha construido más de 10.000 viviendas, y en ellas no hay ni un solo tornillo de las empresas de mi familia". "También les dije que no quería verlos traspasar la valla del palacio de San Caetano [sede de la Xunta]", añadió.
El problema, según Cuiña, se plantea en que, debido a la envergadura de las empresas familiares, éstas tampoco pueden subsistir sin participar en obras de gran dimensión, como las licitadas por las administraciones públicas.
"¿Qué voy a hacer? ¿Pedirle a mi familia que cierre la empresa y tirar por la borda un trabajo de 25 años", se interrogó el dirigente popular. "Nuestra relación con la Administración no es de ahora".
Otra de las primeras medidas que adoptó Cuiña al acceder al cargo fue la de renunciar a toda participación personal en las mesas de licitaciones. También hizo firmar a todos los directores generales de su departamento una declaración ante notario en la que éstos dan fe de que nunca han recibido ninguna indicación de su superior para favorecer ninguna adjudicación.
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