La hiperactividad de los pulpos.
El mundo submarino está lleno de incógnitas. Algunas especies de las que aparentemente podría pensarse que se sabe casi todo son grandes desconocidas para el hombre. Entre ellas, los cefalópodos bentónicos, los que viven pegados al fondo, como los pulpos y los chocos o sepias.Un equipo español del centro del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Tenenfe es pionero en investigar la biología y comportamientos de estos animales en el banco sahariano. Eduardo Balguerías, coordinador de proyectos de África occidental de este instituto, explica que estas especies apenas han sido estudiadas, porque no hay grandes pesquerías en el mundo, ya que casi ningún país las aprovecha comercialmente. Aunque suene extraño, el pulpo sólo se come de forma habitual en España, Portugal Japón y en algunas partes de Francia y de Italia.
El equipo de Balguerdas ha descubierto que los pulpos no viven tres años, como se pensaba. "Todo lo más, año y medio". Eso sí, lo poco que viven lo viven con especial intensidad. "Tienen un crecimiento rapidísimo. Son sexualmente maduros muy pronto, a los tres mes es ya tienen capacidad de reproducción. Después están apareándose tres meses sin parar. Y hemos observado que tras ese periodo, y cuando sólo cuentan con seis o siete meses, las hembras mueren masivamente, desfallecidas". Sigue contando: "Son animales superagresivos y muy activos en cuanto a pautas de alimentación". Pero falta mucho por saber: "Es uno de los grupos de animales sobre los que más trabajo queda por hacer". Los cefalópodos pelágicos -los de superficie, los calamares- han acaparado los estudios.
El banco sahariario da, en general, mucho de sí. Los científicos del IEO han descubierto también que los pescadores canarios comenzaron a faenar en estas aguas nada menos que en el siglo XV.
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