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Arafat dice que los palestinos han perdido la fe en EE UU tras su veto en la ONU

El veto norteamericano, el miércoles, a una resolución del Consejo de Seguridad que condena a Israel por la expropiación de 54 hectáreas de tierras palestinas ha desatado una ola de protestas entre los países árabes y amenaza el proceso de paz en Oriente Próximo. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, advirtió ayer que "los palestinos ya han perdido la confianza en Estados Unidos".

La confiscación de tierras palestinas en Jerusalén Este ha tenido repercusiones negativas en la normalización de las relaciones diplomáticas israelíes con los países musulmanes. Omán e Indonesia, que se habían aproximado tímidamente a Israel, fueron dos de los países que suscribieron la resolución de condena en el Consejo de Seguridad.Gaddafi en Libia ha proclamado la guerra santa para "liberar" a Jerusalén. En Jordania, mientras tanto, más (de 60 diputados, algunos de los cuales habían votado a favor del tratado de paz con Israel, han pedido al rey Hussein que rompa las relaciones con el Estado vecino. El monarca, que rechazó la petición de los parlamentarios, ha urgido la convocatoria de una cumbre de países árabes para la defensa de las tierras palestinas en Jerusalén.

[Faisal el Huseini, jefe de la delegación palestina en una reunión sobre la paz en Oriente Próximo que se celebra en la ciudad suiza de Montreux, exigió ayer a Israel la apertura de "negociaciones inmediatas sobre las tierras de Jerusalén". En París, el ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, rechazó las conversaciones al afirmar que "el clima no está actualmente maduro"].

Política electoral

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Con su primer veto en la ONU en los últimos cinco años, Washington pretendía precisamente no perjudicar el proceso de paz en la zona, pero la proximidad de las elecciones (a finales de 1996), tanto en Estados Unidos como en Israel, han movido al presidente Bill Clinton y al primer ministro Isaac Rabin a dar prioridad a las cuestiones domésticas sobre la política exterior.

La confiscación de 54 hectáreas de tierras palestinas en Jerusalén Este no era en absoluto, un asunto urgente para el Gobierno de Rabin, que sabía de antemano que dicha medida iba a desencadenar una ola de protestas en el mundo árabe. El primer ministro laborista ha tomado esta decisión para subrayar ante la opinión pública de su país su firmeza en la política de judeización de toda la ciudad de Jerusalén. De esta forma, se presenta con una aureola nacionalista frente a los partidos de la derecha, que le acusan de debilidad.

Clinton, por su parte, se encuentra también a la defensiva ante la política proisraelí de los republicanos, que acaban de enviar al Congreso una iniciativa para trasladar la Embajada norteamericana desde Tel Aviv hasta Jerusalén, "capital unificada y eterna" de Israel, según palabras de Rabin.

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