Tres tríos
Para la celebración del cuarto aniversario de la Gaceta Universitaria, periódico de información para estudiantes, se organizó en la sala Aqualung una fiesta con premios y música que corrió a cargo de Ciudad Jardín. El grupo acaba de editar su séptimo trabajo, Ombligo secreto, siguiendo la corriente en la que siempre se ha deslizado su música, aguas cálidas y pacíficas para hacer bailar a los estudiantes. El trío se acompañó por tres músicos más para envolver un concierto marcado por los nuevos temas de su último trabajo, pero en el que no faltaron canciones, Atún y algas, Primero así y luego más o Beber y bailar, parte de un repertorio inconfundible y único en el que Ciudad Jardín siempre ha sabido crear temas de calidad.A pesar del escaso interés del público concentrado para tal celebración, Ciudad Jardín paseó las canciones con un sonido algo lejano y con poca capacidad para arrancar la atención y hacer mella en los oídos de los asistentes, como rodaje para su próximo concierto, en el que seguidores de la banda arropen la música de estos veteranos músicos.
Y a la cálida sala El Sol volvió el superproductivo Malcolm Scarpa, que también acaba de editar disco, The road of life alone, con 26 temas que se añaden a los más de sesenta que ha compuesto en los últimos dos años. Ahora, Scarpa se acompaña de dos excepcionales músicos, Luis González, al bajo, y Eduardo Ruano, a la batería, para conformar un trío exquisito, pulcro en sus sonidos y brillante en la interpretación. Malcolm Scarpa y su ejecución con la guitarra son las claves que hacen de su denso repertorio el mejor pilar para mantener unas canciones de duración efímera surgidas de la memoria del rock.
Los hermanos Gómez, de nombre artístico Hermanos Dalton, son un cohete en continuo estallido: Nada suena igual es su última entrega; con ella y su power-pop ruidoso se lanzaron al escenario con la intención de sudar la camiseta como primera premisa para la diversión. El trío, que tiene, intensas y redondas canciones, decidió, sin embargo, pulverizar todas ellas con un ritmo frenético, un sonido pastoso y un indefinido descontrol.
Babelia
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