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Entrevista:Ángeles Amador | Ministra de Sanidad y Consumo

"No renuncio a extender el horario de los hospitales hasta las cinco de la tarde"

Tras una semana de huelga en los hospitales del Insalud, la pretensión de ligar el aumento del sueldo en 30.000 pesetas mensuales a una reorganización de las jornadas laborales para aliviar la carga asistencial del sistema parece un escollo insalvable entre Administra ción y sindicatos. Sanidad ya lo intentó en 1985, proponiendo un horario hasta las cinco de la tarde, pero topó con la impugnación de la Organización Médica Colegial que ganó el recurso dos años después. "Las razones son tan claras como esas y eso ha dificultado extender la jornada que parece que es la primera aproximación que uno hace cuando hay problemas de lista de espera y organización del trabajo. Desde luego es un objetivo al que yo no renuncio: extender el horario de los hospitales, lo cual no supone más horas de los médicos", afirma rotunda la ministra de Sanidad Ángeles Amador. "Ojalá consigamos el acuerdo para que eso sea inminente". Amador insinúa en la entrevista la existencia de un elemento político en la huelga de médicos y destaca su coincidencia con la campaña electoral.Pregunta: Las reivindicaciones de los médicos son antiguas: la falta de una carrera profesional y los bajos salarios. ¿No se podía haber evitado llegar a esta situación?.

Respuesta: Sin duda, ¡ojalá lo hubiéramos podido evitar! Lo más sorprendente de esta convocatoria es que se produce en un momento donde están puestos los medios para atender algunas reivindicaciones que precisamente. se vienen produciendo desde hace mucho tiempo. Los médicos de hospital han perdido poder adquisitivo y de eso éramos conscientes todos. Eso explica que en el presupuesto de este año hayamos destinado una partida [3.500 millones] para productividad de los médicos de hospital y desde hace tres meses se está tratando en la mesa sectorial de sanidad el modelo retributivo. Teniendo los fondos y teniendo la voluntad, que se convoque la huelga para mí ha sido muy sorprendente.

P. ¿Está pensando en un trasfondo político. que la aliente?

R. Ésa es una valoración que no tengo que hacer yo. Pero también es cierto que la huelga se convoca en unas fechas en las que esa conexión se hace. Y es cierto que el sábado tuvimos la certeza de que habíamos concluido un acuerdo. Algunas interpretaciones se hace n en el sentido de que éste es el momento porque es en el que el Gobierno tiene que ceder ante un proceso electoral. Pero he aclarado que las decisiones no pueden condicionarse a presiones de ningún tipo porque las consecuencias son muy trascendentales.

P. Por sus declaraciones so6re las repercusiones, se deduce que discute el derecho a la huelga de los médicos.R. De ninguna manera podría yo negar este derecho. Lo que sí digo es que no es lo mismo hacer huelga en otro servicio -todas las huelgas son perturbadoras- que decidir la convocatoria de una huelga indefinida en el funcionamiento de la sanidad. Es una decisión muy seria. Y plantearla por razones retributivas me parece una decisión muy discutible en el sentido de la proporción con las consecuencias.

P. Usted se felicita por haber coseguido con el presupuesto disponible una asistencia "de primera". Pero, ¿a costa de qué? La huelga revela el sacrificio salarial y ahí están las listas de espera. ¿Es realista el sistema actual?

R. La estrechez se nota en que nuestros médicos han perdido poder adquisitivo y no se descubre por una convocatoria de huelga. Lo sabíamos y estamos tratando de resolverlo. Efectivamente hay listas de espera, en parte por falta de recursos, pero sólo en parte. No nos engañemos con las listas de espera, que es un problema muy complejo. Yo siempre he repetido, y lo creo de verdad, que con el nivel de gasto que ahora tenemos [3,3 billones de pesetas] debemos ser capaces de atender a las personas que tenemos que atender, con las prestaciones que tenemos que dar y con un nivel de calidad exigente. Con la cantidad disponible que es inferior a la de los países comparables estamos dando todas las prestaciones sanitarias a todo el mundo. En otros países se conocen casos de que, a partir de cierta edad, no se dan ciertas prestaciones a los pacientes, o a los fumadores... No nos estamos conformando con una sanidad mediocre. La infraestructura es extraordinaria y los profesionales tienen un nivel reconocido en todo el mundo. Yo creo no ser demasiado optimista cuando digo que tenemos un sistema magnífico. Que tenemos que hacer encajar en una cifra que es la posible. Porque, claro, ¿cuánto está dispuesto el ciudadano a seguir aportando a la sanidad para seguir manteniendo el sistema?

P. ¿Y no resulta demagógico decir que damos iguales prestaciones que los países de nuestro entorno con menos dinero?.

R. Yo creo que no. El derecho a la protección de la salud es indiscutible. Pero ¿cómo se hace efectivo?. Sólo desde un sistema nacional como el nuestro es posible. Sólo desde la solidaridad entre los que pueden pagar y los que no salen las cuentas. ¿Prefiere usted vivir en un país donde hay que esperar cinco meses para una mamografía, o en un país donde el que puede pagarlo no espera nada y el que no, no va nunca? En el Reino Unido, que ha sido el modelo para todos, la carta de derechos de los pacientes garantizaba no más de dos años en lista de espera. ¡Dos años! La lista de espera se ha convertido en un elemento de debate político. Y yo no puedo permitir que la lista de espera descalifique al sistema. Porque, para una mamografía hay lista de espera, pero para un trasplante no la hay y se realiza a quien lo necesita. Cuando todos los días hay un hospital 24 horas atendiendo a todos. Ésta es una prioridad política. Todas las enfermedades de lista de espera son penosas para quien las padece y yo he dicho siempre que estar en lista de espera más de seis meses es inadmisible, pero nunca he hablado de eliminarlas. No me lo creo. En este momento vamos en un 3 8% de, reducción. La sigo día a día.

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