No tantos errores latinos
En el diario EL PAÍS del pasado 19 de abril, bajo el título Los textos en latín de la Puerta de Toledo y del Arco del Triunfo tienen errores, reportaje firmado por Antonio Jiménez, se alude a dos inscripciones modernas escritas en latín, una en la Puerta de Toledo, dedicada a: Fernando VII; la otra, en el Arco del Triunfo, en honor del rey Alfonso XIII y del dux hispanorum, Francisco Franco, en las que hay, según parece, sendos errores gramaticales.Nada que objetar a lo que se dice en relación con la inscripción de la Puerta de Toledo, en donde, efectivamente, se lee la extraña e inexplicada, por inexplicable, forma matritensvm, error imputable no al autor del texto, sino al encargado de fijar las letras, a quien, debido a su más que seguro desconocimiento de la lengua latina, se.. le pudo caer involuntariamente la letra i que debería haberse colocado entre la s y la v (matritensivm). Pero el error existe, cualquiera que haya sido la causa.
Distinto es el caso de la que se encuentra en el Arco del Triunfo, mirando a la calle de la Princesa, inscripción que yo recogí, junto a unas cuantas más, en un rápido acercamiento a esta clase de documentos latinos, en el volumen Hymanitas in honorem Antonio Fontán (Madrid, Editorial Gredos, 1992). Sin ánimo de entrar en ningún tipo de polémica, quisiera, no obstante, hacer una precisión a lo que allí se dice.
Según mis noticias, ya en su" día fueron objeto de discusión las dos inscripciones latinas del Arco del Triunfo a propósito de la impropiedad de algún término o de supuestas incorrecciones gramaticales, entre las que figuraba la denunciada en el mencionado artículo: quebranto de la concordia en lo referente al número.
En mi opinión, no existe necesariamente la incorrección señalada. Es verdad que aedes suele utilizarse en los textos latinos siguiendo un paradigma plural (aedes, -ium) con el sentido sagrado de templos, acepción marcada por el frecuente acompañamiento de determinantes como sacrae (sagrados) o deorum (de los dioses).
Así entendida la palabra aedes, no cabe duda de que se quebranta la concordancia, pero no sólo en relación con la forma verbal florescit (que debiera ser florescunt), sino también con respecto a condita y restaurata (en vez de conditae y restauratae).
Ahora bien; aedes funciona también como forma de singular (aedes, -is) para designar templo, recinto sagrado, modo de empleo atestiguado por el mismo Cicerón al referirse en la Verrinas al templo de Cástor (in aede Castoris) y al de otras divinidades.
Es en esta última forma como creo que ha de entenderse aedes en la inscripción objeto de discusión; con ello se respeta escrupulosamente la corrección gramatical sin que el sentido se vea alterado.
En vez de aedes (plural), en alusión, según palabras textuales de un latinista mencionado por el autor del reportaje, a las distintas facultades, ¿por qué no interpretar aedes, en singular, referido al conjunto del "recinto sagrado" de la Ciudad Universitaria (donación del rey Alfonso XIII a la Universidad), que, dado su carácter ¡sagrado!, florece -correctamente- bajo la mirada divina?-
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