Álvarez Cascos defiende que quitar las desgravaciones sirve para crear empleo
El PP confirmó ayer que la reducción de la tarifa de¡ impuesto sobre la renta incluida en su propuesta de reforma fiscal llevará consigo la supresión de casi todas las deducciones; y desgravaciones. Este segundo aspecto de la reforma no había sido desvelado inicialmente. El número dos del PP, Francisco Álvarez Cascos, justificó la iniciativa de su partido: "Cuando hacemos esta propuesta no estamos planteando el objetivo de reducir la recaudación sino que planteamos crear empleo en España, que aumenta el ahorro privado".
El portavoz popular para asuntos económicos, Cristóbal Montoro, explicó que "la modificación de los impuestos genera unos efectos, económicos deterininados". "Es lo que pretendemos con nuestra propuesta. No buscamos una mera redistribución del IRPF, ni mantener la misma recaudación bajando la tarifa y reduciendo las deducciones", añadió.Montoro negó que el partido haya intentado ocultar la desaparición de las desgravaciones, y apeló a la presentación que el propio presidente del partido,, José María Aznar, hizo a finales de marzo, cuando expuso el programa económico del PP en el diario El Mundo: "Lo que debe suceder con un sistema fiscal moderno es que las desgravaciones tiendan a ir desapareciendo".
Aznar añadió que "la deducción de vivienda se mantendrá mientras no se reforme toda la fiscalidad del sector", "se elevará el mínimo exento" de las cantidades destinadas a fondos de pensiones hasta un millón de pesetas, y "se establecerá un plazo de 15 años para que los fondos se puedan rescatar sin coste fiscal". Aznar confirmaba de esta forma que se mantendrían algunas deducciones concretas, pero no especificaba en absoluto cuáles debían tender a desaparecer "con un sistema fiscal moderno".Silencio de Aznar
La publicación de que la reducción- de la tarifa, sería compensada con la supresión de desgravaciones [véase EL PAÍS de ayer] provocó desconcierto y reacciones divergentes entre los populares. Aznar evitó dar precisiones sobre su propuesta durante su intervención de ayer en un mitin en Cádiz y se limitó a reiterar su intención de reducir impuestos para reactivar la economía, informa Algunos dirigentes populares negaron que se hubiera ocultado nada, mientras otros, como Celia Villalobos, desmentían que se fueran a eliminar las deducciones.
Curiosamente, la candidata popular a la alcaldía de Málaga basó su mentís en la exposición periodística del líder del PP, como Cristóbal Montoro, pero en sentido contrario. "Basta con repasar las declaraciones de Aznar", dijo Villalobos, que atribuyó las informaciones a "una manipulación del PSOE".
El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, también habló de manipulación "del PSOE y del Ministerio de Economía", pero reconoció que algunas deducciones, "como la sanitaria, se bajaría en función de la bajada y simplificación de los tipos del IRPF". Álvarez Cascos dijo que otras,, "como la educación, se mantendrían". El número dos del PP no tuvo en cuenta que el impuesto sobre la renta no permite actualmente deducción alguna por gastos de educación.
El modelo de reforma fiscal propuesto por el PP fue calificado de "regresivo" y "reaccionario" por destacados miembro del PSOE e IU. También recibí las críticas del Gobierno. "Es 1 cara oculta del programa del PP No nos salían las cuentas y ahora empiezan a cuadrar", afirmó e ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.
"La suma total va a ser cero No hay bajada de impuestos como se ha visto. Ahora falta por saber de dónde piensan saca 1,5 billones de pesetas por baja las cotizaciones sociales, como proponen", añadió el Pérez Rubalcaba, quien entiende que n hay otro apartado para hacerlo que el de los gastos sociales.
Joaquín Almunia, portavoz socialista en el Congreso, dijo que el PP "tiene una total falta de seriedad" por haber ocultado que su propuesta de reducción de impuestos iba acompañada de la eliminación de desgravaciones. Almunia calificó, de "regresivo y perjudicial" el sistema fiscal propuesto por el PP "para los contribuyentes, excepto para los más ricos".
Según los cálculos sobre las consecuencias de reducir, como propone el PP a medio plazo, el tipo marginal del 56% al 40% en el IRPF para las personas de mayor renta -quienes declaran una base imponible superior a los 25 millones-, estas personas dejarían de pagar, como media, seis millones de pesetas al año en relación a lo que pagan ahora.
"Esta reducción es muy superior a la renta de la mayoría de los españoles", señalan fuentes de la Administración, que califican de "claramente injusta" la propuesta. Por el contrario, los cálculos de reducción de impuestos para los niveles más bajos de renta suponen apenas unos miles de pesetas: 1.500 pesetas menos para rentas de hasta 1,5 millones.
Almunia centró su crítica en que todas las rentas del trabajo -que constituyen la parte esencial de la recaudación del impuesto- tienen ahora una reducción automática en la cuota que resulta a pagar y que "en la propuesta del PP desaparece, lo que supondría, sólo para 1996, que las rentas de trabajo tendrían que pagar 400.000 millones.
Diego López Garrido, portavoz adjunto de IU en el Congreso, cree que el proyecto fiscal del PP es imposible de realizar porque es bajar impuestos directos sin reducir prestaciones sociales. "Era un planteamiento electoralista y demagógico, y el truco se ha descúbierto ahora: quitar las desgravaciones", añadió.
Mejor trato a las plusvalías
Dirigentes y expertos del PP reiteran que la reforma fiscal tiene como objetivo fomentar el ahorro. Aznar quiere potenciar los planes de pensiones aumentando la cifra que se puede deducir en el IRPF hasta un millón de pesetas y haciendo que la cantidad sea rescatable -ahora no lo esa los 15 años sin coste fiscal. En 1994 había 1,5 millones de personas con un fondo de pensiones.Ese tratamiento tan favorable haría imposible los fondos de inversión, cuyas aportaciones pagan impuestos en el momento y son rescatables a los 15 años sin coste. La fórmula en la que piensa el PP es reducir drásticamente el plazo para tributar por plusvalías: las inversiones en bienes muebles quedarían libres en cinco años (10 en la actualidad) y las de los inmuebles en 10 (20 ahora). Los fondos de inversión no pagarían por plusvalías a los siete años.
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