Una exposición recrea el Dublín de James Joyce en Barcelona
Con el propósito de destacar la relación de algunos escritores con determinadas ciudades, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) inauguró ayer una exposición dedicada a la más literaria de las ciudades: el Dublín que James Joyce recreó principalmente en su novela Ulises (1922). "La exposición", según manifestó su comisario, Juan Insúa, "ha optado por el camino más difícil, que es el de estar a la altura del desafío joyciano e intepretar Dublín como un pretexto, Como un espacio simbólico de la relación entre el hombre y la ciudad".La exposición del CCCB, que opta a menudo por el impacto sensorial, se divide en tres espacios básicos: Necrópolis, que parte de la obra Dublineses; Metrópolis, referida a Ulises y Heliópolis, que se inspira en la última obra de Joyce, Finnegans wake. A lo largo de estos espacios, a través de un recorrido en la penumbra y de frecuentes espejos que inducen a engaño, el visitante puede contemplar algunos objetos típicamente Joycianos: las gorras del escritor, las fotos, las primeras ediciones, los libros, los manuscritos de coleccionista.
Reconstrucción
El Dublín del Ulises (novela que abarca un día de la vida de Leopold Bloom en la capital irlandesa, en una experiencia paralela a la Odisea de Homero) ha sido reconstruido en algunos casos literalmente. En el CCCB puede contemplarse una reproducción del interior de la Torre Martello, donde se inicia la novela, y de la puerta del número 7 de Eccles Street, donde vive el protagonista de Ulises. El pub Davy Birnes, el diario Freeman's Journal, el cementerio y la Biblioteca Nacional son otros de los lugares que cobran vida ante el visitante.
Las calles de Dublín han sido también reconstruidas, a una escala menor, al hilo del capítulo de los lotófagos, cuando Bloom vaga por la ciudad el 16 de junio de 1904, en la fecha mítica bautizada como Bloomsday que algunos fieles conmemoran cada año en Dublín. La ciudad nocturna puede atisbarse a través de una serie de puertas entreabiertas y el episodio de las rocas errantes (capítulo 10 del Ulises) cobra vida a través de un laberinto de piedras.- En algunos casos, como en la evocación de la playa de Sandymount, la exposición opta por la experiencia sensorial, conseguida en este caso por medio de un suelo de reminiscencias arenosas.
La exposición, hecha con materiales procedentes de distintos archivos y montada por Dani Freixes y Pep Anglí, termina con una evocación de Heliópolis, ciudad construida con libros a partir de Finnegans wake.
El Dublin de James Joyce es la primera exposición de un ambicioso ciclo que, en los próximos años, mostrará la Lisboa de Pessoa, el Nueva York de Dos Passos, la Praga de Kafka, el Tánger de Bowles, el Londres de Conan Doyle, el Buenos Aires de Borges, el Moscú de Bulgakov, la Viena de Kraus y el Baltimore de Poe.
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