Los magnates del espectáculo convierten Hollywood en imperio del arte
El impresionismo destaca en las subastas de primavera
A las puertas del que se anuncia como uno de los más interesantes periodos de subastas de primavera, centrado en obras del periodo impresionista y moderno, surge un nuevo movimiento en el mercado del arte. No se sabe si por capricho del destino o simple casualidad, pero los 10 coleccionistas más importantes del mundo del arte contemporáneo resultan ser todos californianos: Michael Ovitz, director de Creative Artists Agency en Hollywood; David Geffen, director de Geffen Discos, o S. I. Newhouse, propietario de las publicaciones Condé Nast, son algunos de ellos.
Y junto con esa coincidencia, está naciendo un nuevo fenómeno: Hollywood no se contenta con ser la meca del cine, sino que se corona como el imperio del arte contemporáneo.Hasta el momento, los compradores de arte de tal periodo se concentraban en las grandes fortunas de Wall Street, en Nueva York, o, excepcionalmente, en potentados de cierta! capitales europeas. Desde ahora, todo cambia: son los grandes productores de Hollywood, los actores millonarios y sus abogados, las compañías de música, los magnates de la televisión; en fin, ricos de la industria del ocio y ejecutivos de Silicon Valley los que se han apoderado y rescatado el mercado de Lichtenstein, Klein Rothko, Warhol, De Kooning: Pollock, Rauschenberg o Stella.
Inmediatamente, las grandes casas de subastas han percibido el negocio que comienza en la costa del Pacífico, terreno poco experimentado con anterioridad. Así, Sotheby's ha anunciado la apertura de varias filiales, aumentado el número de subastas en la zona y trasladado su oficina de Rodeo Drive a un edificio gigantesco de 13.000 metros cuadrados; por su parte, Christie's se propone crecer en Los Ángeles y los patrones americanos del mercado de arte contemporáneo, como Larry Gagosian y Arnold Glimcher, se apresuran a abrir nuevas galerías en Beverly Hills.Inversión a ciegas
La mayoría de los especialistas en arte contemporáneo creen que las nuevas fortunas de Bel Air y Malibú son las que podrían invertir a ciegas, muchas veces con casi el 200% de ganancias por parte de los vendedores de arte contemporáneo americano.Por ejemplo, el cuadro La crucifixión, de El Greco, se subastará en Sotheby's, el 19 de mayo, por un precio estimado entre 600.000 y 800.000 dólares, un valor que supone en unos casos la cuarta y en otros la décima parte de otras obras que se ofrecerán de maestros americanos del siglo XX.
Mientras se asienta el nuevo movimiento en las costas del Pacífico, las subastas anuales de primavera de Christie's y Sotheby's, centradas en arte impresionista y contemporáneo, ofrecen este año cuadros que, seguramente, batirán los récords históricos del pasado otoño con los 3,6 millones de dólares que se ofrecieron por el Shot red Marilyn de Warhol. Hoy, en Christie's de NuevaYork se subastará el cuadro que Roy Lichtenstein pintó en 1962, Kiss II, estimado en tres millones de dólares. Y Eyes in the heat II, de 1947, de Jackson Pollock, estimado en 1,8 millones de dólares.
Del periodo impresionista, se ofrecen este temporada grandes obras de las colecciones de la embajadora de Estados Unidos en París, Pamela Harriman, que incluyen a Picasso, Renoir y Miró, y otros de la colección de Ralph F. Colin, con Modigliani y Degas. Pero hay que destacar una obra excepcional que se ofrecerá en Christie's el 11 de mayo: Jeune homme á la casquette (Joven con gorra), de Van Gogh, estimado en casi diez millones de dólares.
Babelia
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