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LA CULTURA POR ENCARGO.

Los ejecutivos ponen contra las cuerdas a los autores

La supervivencia de los creadores, cada vez más pendiente de los intereses del mercado

Siempre les ha ido la vida a los s españoles en el juicio que rcado emitiera sobre ellos. nsecuencia, ellos siempre enido cosas de calibre que sobre el mercado.A. Martínez Sarrión (poeta): critor amigo mío asistió a ría del libro en Franefórt y ontó, entre estupefacto y rízado,-que algunos de los es astutos que habían eno el empuje de la mercadoal servicio de lo que había había que leer ' con un ndo ideólogico muy fuertenían la agenda tan repleta el ejecutivo de una multinal japonesa. Yo no quiero nada de ese mundo, ni lo don¡ lo admito porrazoorales y cutáneas.

esa especie de sum*sión ascolaboración con la merecnia del libro hay movios demoniacos: se produce o de escritor que desde la esta izquierda parece muy o, pero que, sin embárgo' perfectamente ahormado a e hay que opinar leer y ven a poesía permanece ajena a ajenación porque es un géinmune a los contagios ma-

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La creación sin posteridad

sin ningún tipo de valor MIco, sólo espiritual.María Corral (ex directora del Museo Reina Sofía): El mundo del arte a mí me interesa, ni está eado así ni tiene que ver con ostitución del arte. Hubo años en que funcionó mua especulación. El mal estuque todo lo que salía de los ¡os se vendía, pero yo sigo ndo en la bondad. Los enos siempre han existido, y uenos resultados. Los artise saltan los límites y las connes que se les imponen y, en hos casos, contribuye a alenu creatividad. Basta con des: 'Haz lo que quieras con tema'. Así pintó Goya a la ia de Carlos IV; Las menifue obra de encargo, y La

de noche, de Rembrandt. Carlos Castilla del Pino (psiquitra) Le podría citar a un autor amado para el éxito, pero no tiene el público que quia tener, lo que constituye él una verdadera tragedia. ngo amigos pintores preocus por la forma en que los gatas pueden promocionar o dir a determinado artista o . r a determinado artista en dirección u otra. Para mus esto tiene un tinte dramátiorque les ha obligado a una cie de inflexión en su biograara hacer lo que les mandan. o esto implica una serie de blemas muy trascendentales. nteresante saber cómo desde galerías se ha convertido la ducción estética en una intria. E igual en literatural. bo de publicar Celos, locura uerte, y ayer di tres entrevisHay radios, periódicos,una terrorífica. Es la industria laque impone a esos medios su producto, y se vende mi libro como se puede vender pasta de dientes. Se trata de una opción: uno puede sumergirse en ese mundo o quedarse en una suerte de retiro. Pero, por otra parte, se escribe para ser leído. La contradicción es flagrante y no tengo una solución muy clara.> Antonio López (pintor): El arte del siglo XX en relación a la pintura y a la escultura ha dado un fuerte impulso individual. Hasta que surgió el.impresionismo, primer movimiento en libertad fuera del engranaje de la sociedad, todo se hacía por encargo. Ahora el pedido se materializa a posterior¡, cuando es adquirida la obra por el comprador. La arquitectura y el cine tienen que ser por encargo, y el que pone el dinero pone condiciones; quedan dos lenguajes artísticos que pueden hacerse con poco dinero: la pintura y la escultura. Sería hermoso tener fe en la sociedad y poderla obedecer, pero para ser sincero tienes que apartarte y que luego la sociedad lo absorba. He tenido a¡gunas peticiones particulares, no más de medida docena, y las pude hacer porque estaban en armonía con lo que yo quería hacer. Éste es un arte que surge en la libertad, lo haces en la oscuridad de lo más íntimo y es muy fácil que cualquier cosa te condicione.> Javier Marías (novelista): Yo no me he sentido nunca presionadopor mis editores para que escribiera más rapido o más lento. Nadie me ha estado diciendo: 'A ver si sacas novela nueva'. Hay escritores que a veces se presionan a sí mismos, que consideran conveniente sacar un libro al año como sea. Algún editor le ha tenido que decir a algún autor muy prolífico que aminore la marcha. Yo he ido escribiendo los librosque he querido escribir, y el prime. sorprendido de las ventas de los tres últimos he sido yo, porque considero que no son libros fáciles. A veces pienso que hay un equívoco y que algún día se deshará

este equívoco para mi desgracia".> Ramón G. Alcaraz (galerista): Conozco bastantes casos de artistas contemporáneos que han trabajado alguna vez por encargo. No lo hacen de manera exclusiva, pero sí para casos concretos. Las peticiones han llegado siempre de la mano de coleccionistas que conocían perfectamente la obra de los artistas y que comulgaban con ellos. Sin esa complicidad estética y temática no sería posible. Como caso concreto podía citar a Equipo Límite, que ahora, precisamente, trabaja en una petición de una pareja: él es de Madrid, y ella, de Valencia, y quieren una alegoría de las dos ciudades a lo bestia. Hubo también otro caso relacionado con estas artistas cuya petición llegó vía Barcelona a través de un poema.> Enrique Murillo (editor): En ficción no hay encargos. El porcentaje de la creatividad del autor lo es todo. Eso no impide que haya algún autor que diga: 'Tengo estoscinco temas en la cabeza, ¿cuál trabajoT. Me parece una actitud puritana creer que una persona no pueda valorar cuánta venta puede conseguir con un libro y lo que debería cobrar. Y si no lo sabe el

autor, sí los agentes literarios. A veces esos cálculos son erróneos y te puedes pillar los dedos.Otras, el anticipo se queda corto, como sucedió con El rey, de Vilallonga, donde los derechos cobrados por el autor posteriormente alcanzaron la misma cifra del anticipo. Me parece muy lógico que todo esto se rija por las leyes del mercado.> Charris (pintor): Sí, me han hecho encargos y no importa trabajar de esa manera si me dejan total libertad. Si tienes ingenio, el encargo no te corta. Miró y Picasso también lo hicieron, estoy pensando en el Guernica, que sehizo a petición del pabellón de la República. Nunca las peticiones particulares han limitado mi capacidad de creación. Quienes piensan así tienen un mal criterio de la libertad del artista. Recuerdo que una vez me trajeron al estudio un trocito de la tela del sofá, querían que los colores no desentonaran. Pinté un paisaje desértico con un fondo naranja que quedaba muy bien y no tuve que traicionar nada. Me han pedido también algo sobre el sida y me encantó poder ayudar. Lo último en materia de encargo es un cuadro para una exposición sobre los toros de Osborne.> Juan Cruz (editor): Los que hacemos libros y los que los venden deberíamos* contribuir al sosiego, que incluye un mayor respeto por el creador literario. Este se encuentra en una situación en la que todo el rato parece que tiene que verse en competencia. Lo que perjudica a la literatura son las prisas, y la vida literaria actual está llena de prisas.> Luis Gordillo (pintor): A lo largo de la historia, la pintura ha sido utilitaria. Las paredes de las iglesias o de los palacios había que cubrirlas: con retratos porque no había fotos. Con la aparición de la fotografia, la pintura adquiere otro sentido y las obras empiezan a ser adquiridas por la burguesía. Quedan las obras públicas y la necesidad de adornar esos espacios.

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En mi caso, aparte de unas alfombras que me pidieron en Sevilla, sólo he hecho ilustraciones para libros o artículos de amigos, pero me ponen en un compromiso, porque tengo que recurrir a mi pasado figurativo.

G. Cabrera Infante (novelista): El mercado nada tiene que ver conmigo. Yo soy escritor de minorías, pero no desprecio a ningún tipo de lector ni a ningún tipo de comprador de mis libros, sino que se lo agradezco muchísimo. Hay escritores de best sellers y hay escritores. Pueden coincidir, pero no siempre. Los primeros están más en las estaciones y aeropuertos y menos en las bibliotecas. Pero, en realidad, la posteridad siempre se fija en los escritores que tuvieron éxito en su tiempo. Es una contradicción:. yo nada más la anoto.

Ceesepe (pintor): Sólo he hecho por encargo retratos, y los hice por cariño porque se trataba de amigos míos. También he realizado portadas de discos e ilustraciones para El europeo y El canto de la tripulación. Me pidieron que hiciera algo sin precisar contenidos; no hubiera podido hacerlo de otra manera.

Juan José Millás (novelista): Estamos un poco perplejos ante este fenómeno del mercado: ningún autor o editor en España podía soñar hace 20 años con las tiradas de ahora. Yo creo que no hay que sacar conclusiones apresuradas de los efectos, ni buenos ni malos, porque no lo sabemos. En Estados Unidos eso forma parte de la realidad hace muchos años y el reflejo condenatorio no existe. Justamente un mercado grande permite más lo pequeño, porque se va dejando más hueco. En estos momentos, sin duda, es mucho más fácil publicar para un escritor que empieza que hace años y es raro que una novela interesante se le escape a un editor. Es el caso de Martín Garzo con El lenguaje de las fuentes, que se le escapó a dos editores, pero la cazó Lumen al final. El que haya libros que se muevan en tiradas grandes no quiere decir que desaparezca el de 3.000 ejemplares, sino que éste tiene más posibilidades. Cada libro tiene su biografía, tiene su vida y hay que esperar. No todo depende de la tirada. Hay autores de escasa tirada y de enorme prestigio, y al revés. El fenómeno no es unidireccional. No se puede quedar uno en un registro. Es un fenómeno muy complejo y la reflexión está por hacer.

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