Hacienda cifra en 3.500 millones las retenciones no practicadas por el Barcelona
Hacienda evalúa en unos 3.500 millones de pesetas las retenciones que el Barça no realizó a sus deportistas profesionales por los llamados derechos de imagen entre los años 1989 y 1993. Durante este periodo, los entrenadores y jugadores de los primeros equipos de fútbol y baloncesto percibieron por derechos de imagen unos 6.000 millones, de pesetas. Los inspectores finalizaron esta semana sus trabajos en la sede del club y aun están pendientes sus conclusiones. De forma paralela, representantes de los clubes de fútbol y del Ministerio de Hacienda negocian una solución pactada.
Hacienda inició en el otoño del pasado año una inspección en la mayoría de los clubes de fútbol españoles, a fin de cuantificar qué cantidades pagaron a empresas propiedad de los jugadores en concepto de derechos de imagen. Mediante este sistema, entrenadores y jugadores profesionales han venido percibiendo un porcentaje significativo de sus ingresos. Estos computaban a efectos fiscales como beneficios de sociedades, que sólo pagan un impuesto del 35%, muy inferior al 56% que hubiera correspondido en el caso de que se hubieran declarado como rendimientos del trabajo personal.En el caso del Barça, la inspección de Hacienda ha elaborado, sobre la base de la información facilitada por el club, la lista definitiva de los 6.000 millones de pesetas pagados a es tas sociedades propiedad de en trenadores y jugadores.
A partir de ese dato inicial, Hacienda ha calculado los in gresos totales de cada jugador, sumando tanto el salario como los mencionados derechos de imagen, aplicando a la cantidad total el porcentaje de retención que le habría correspondido. De estas operaciones resulta que el Barcelona tendría que haber abonado a Hacienda -en concepto de retención fiscal a cuenta de lo que deben pagar los jugadores- 3.500 millones más de los pagados en realidad. A esta cantidad Hacienda suma otros 350 correspondientes al IVA que el club también pagó a los jugadores.
Ahora, los inspectores de Hacienda tienen que elaborar el acta final de su inspección, en la que deben argumentar cuál es su visión jurídica de los hechos. Pueden interpretar que ha habido o no voluntad de ocultar dinero al fisco, y en función de ello proponer o no una sanción. En el peor de los casos, Hacienda podría llegar a reclamar -si finalmente decide q»c hay algo que reclamar- hasta 9.000 millones de pesetas, incluyendo las sanciones y los intereses de demora. Todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que esta posibilidad "es imposible, inimaginable".
La directiva del Barcelona se negó ayer en rotundo a efectuar cualquier tipo de comentario sobre el tema. "No tenemos ningún conocimiento de la resolución que ha tomado Hacienda y en cualquier caso no el algo para discutir en los medios de comunicación", dijo una fuente próxima a Núñez.
A pesar del silencio de la, directiva azulgrana, la misma fuente aseguró que existe un gran malestar en el club. Núñez y su equipo de colaboradores consideran que el Barça es el único club que lleva al día todos los temas relacionados con Hacienda, mientras que otros clubes españoles que han sido inspeccionados carecen de libros de contabilidad fiables. La directiva barcelonista es consciente de que el tema puede afectar a la imagen de la entidad, pero está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencia.
Desde hace más de dos años el ministerio de Economía y Hacienda reactivó el expediente que había puesto en marcha para investigar los contratos de imagen y de publicidad de los deportistas profesionales. Esta circunstancia hizo que el Consejo Superior de Deportes también se pusiera en marcha para que las posibles irregularidades fiscales no fueran tenidas en cuenta si se cometieron antes de 1992, año en que entró en vigor la Ley del Deporte.
Los deportistas profesionales y concretamente los futbolistas cotizan a Hacienda el 55% de sus ingresos. Para ahorrarse este pago la mayoría de los jugadores crearon sociedades instrumentales por las que sólo tributan el 35%. Cobran sus honorarios de dos formas: una parte a título personal -el contrato federativo- y otra por contrato de imagen.
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