Vargas Llosa presenta en Madrid el nuevo libro de Jorge Semprún

, "Es una reconstrucción hábil para que nos llegue a las entrañas y, al mismo tiempo, no sintamos que está siendo devaluada ni explotada obscenamente por su vocación literaria". Así describió ayer el escritor Mario Vargas Llosa el libro de otro escritor: La escritura o la vida (Tusquets), en el que Jorge Semprún narra los 18 meses de horror que vivió prisionero, con el número 44.904, en el campo de concentración de Buchenwald, en Weimar.La Residencia de Estudiantes de Madrid fue escenario ayer por la tarde de la presentación de la nueva obra de Jorge Semprún, en la que participaron Mario Vargas Llosa y el crítico literario Rafael Comte. En una sala abarrotada de público y con muchas caras conocidas -desde la ministra de Cultura, Carmen Alborch; la actriz Charo López; el pintor Eduardo Arroyo; el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón; el banquero Miguel Muñiz. o el empresario Plácido Arango-, Vargas Llosa afirmo, que tras la lectura de La escritura o la vida ha llegado a entender muchas cosas. La primera: que muchos supervivientes de los campos de concentración como Jorge Semprún "hayan guardado silencio pudoroso y aquellos que han osado escribir sus experiencias lo hayan hecho de manera dramática". La segunda: el que Semprún trató de escribir sobre su experiencia, la más intensa de su vida, y también que eso mismo le paralizó e indujo a abandonar su vocación literaria y sumergirse en la acción política como una vacuna. Y tercera: que a pesar de la multitud de experiencias, militancia clandestina, problemas políticos en la organización que militaba, la expulsión de ese mismo partido, y su regreso a la literatura, "aquellos 18 meses estuvieran presentes siempre como una sombra ominosa".

Huir de la truculencia

Lo más notable del libro de Semprún para el escritor peruano, que el lunes próximo recibirá de manos del rey Juan Carlos el Premio Cervantes, es el tono que le ha dado a su relato, lejos de la banalización y la truculencia, "dos peligros que acechan cuando uno aborda un tema como éste". Vargas Llosa destacó la profundidad literaria de la obra, que consigue amortiguar el horror del holocausto. "La literatura aparece no como ejercicio intelectual o como simple placer, sino como la vida enfrentada a la muerte". En este sentido, Vargas Llosa defendió el compromiso literario de la obra de Semprún, que, aunque volcado sobre un hecho histórico,, traslada a la actualidad el horror y la violencia como peligros del mundo de hoy.

'He notado", dijo Vargas Llosa, una atroz familiaridad con los holocaustos que en pequeño formato se producen a diario y en los cinco continentes". El crítico literario Rafael Comte, profundo conocedor de ,la obra de Jorge Semprún, no dudó en afirmar que "es el mejor libro de Jorge Semprún". Comte destacó que La escritura o la vida es una obra no contra el olvido sino contra la desmemoria.